Crece el país, creces tú

Cuando oigas que un país está creciendo no quiere decir que su territorio se haga más grande.

Se estima que México crezca a una tasa de 4% en términos anuales”. Seguramente has escuchado este tipo de noticias en la radio, el periódico o la televisión, quizá te preguntes qué significa esto y si tiene algún impacto en tu economía familiar.

Un país crece cuando se producen más bienes y servicios de los que se produjeron el año anterior. Y aunque no lo creas, esto contribuye a mejorar la calidad de vida de toda la población, incluida tu familia.

Así como la estatura se puede medir en centímetros, el crecimiento económico de un país se mide a través el Producto Interno Bruto (PIB). Así pues, éste es el valor, en dinero, de todos los bienes y servicios que produce un país en un año. El organismo encargado de medirlo en México es el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El desarrollo económico es el paso siguiente al crecimiento: cuando un país ha conseguido tener un crecimiento económico continuo, tiene más ingresos que puede repartir —como un gran pastel— a su población, en rebanadas de mejor educación, alimentación, salud, vivienda, seguridad, transporte, empleos, salarios y más; que se traducen en una mejor calidad de vida.

 

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