Condusef responde

Condusef responde

Lotería financiera

Recientemente acudió a la delegación de Oaxaca una maestra pensionada a tramitar su reporte de crédito especial para saber el estatus de sus deudas.

En la asesoría preguntó si ya teníamos el ejemplar de la revista Proteja su dinero del mes de julio. Posteriormente nos platicó el porqué de su interés en obtenerla:loteria

“Soy maestra jubilada y ahora me dedico a dar terapias a un niño que tiene síndrome de down. Él no podía decir una palabra. En mi visita anterior a Condusef me obsequiaron la revista y me sorprendió que tuviera un juego de lotería para recortar. Se me ocurrió usarlo en las terapias de mi niño y tener una alternativa de enseñanza.

Les confieso que recorté la lotería y la mandé a la papelería para que les pusieran una mica de plástico; comencé con la terapia de mi niño utilizando la lotería, para que ubicara la imagen con la de la tablilla. Yo gritaba el nombre de la tarjeta y el localizaba en su tabla la imagen.

Al día de hoy mi niño empieza a articular pequeñas palabras como: moneda, hormiga y alcancía, lo que reconozco como una noble labor de ustedes”.

Condusef puede ayudar no solo en el aspecto financiero, también en el aspecto humano y de terapia. Y un claro ejemplo es la lotería financiera, que sin ser un programa ambicioso tiene un gran resultado.

condu2Recuperaron mis ahorros

Un día se presentó en la Delegación una señora de edad avanzada, que presentaba un caso de homonimia (es decir, su nombre estaba duplicado con el de alguien más). Se dio cuenta de la situación porque al imprimir su historial crediticio tenía adeudos de una tarjeta de crédito que nunca solicitó.

El problema fue mayor cuando el banco le realizó cargos a su cuenta de ahorro para pagar la deuda de esa tarjeta de crédito. La cuenta de la usuaria que afectaron representaba los ahorros de toda su vida y el dinero para su vejez.

La usuaria, sintiendo impotencia de ver cómo su dinero se desvanecía, decidió después de reclamar al banco y no obtener una respuesta favorable, acudir a Condusef, pues le seguían haciendo descuentos infundados, los cuales en ese momento ya ascendían a la cantidad de $40,704.

Se iniciaron las gestiones necesarias, llevando a cabo los procedimientos que nos señala la Ley y dentro de la primera instancia la institución financiera nos informó que el reclamo de la usuaria era improcedente, pues había una deuda en una tarjeta de crédito clásica a su nombre. Ante tal situación se inició el proceso conciliatorio, llevándose a cabo hasta tres audiencias de conciliación, pues el banco insistía que el adeudo le pertenecía a la usuaria.

Se le solicitó al banco la documentación correspondiente, y entre todos los documentos enviados, se encontraba la pantalla que arrojaba el sistema del banco, en la cual, aunque sí coincidía el nombre de la titular de la tarjeta de crédito con el de la usuaria, el domicilio y el RFC eran distintos.

Después de varias audiencias más, el procedimiento conciliatorio llegó a un feliz término y la usuaria pudo recuperar el dinero que tanto tiempo había ahorrado y creía perdido.

 

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