Evita la resaca financiera
Te decimos cómo afrontar la cuesta de enero
Uno de los temas más comentados al iniciar un nuevo año es la famosa “cuesta de enero”. Se trata del periodo en el cual derivado de los gastos realizados durante la época decembrina, muchas familias mexicanas atraviesan complicaciones financieras.
Sobre la cuesta de enero se comentan varias cosas: “que es un mito”, “que no se puede evitar”, “que sólo les sucede a unos cuantos”, “que dura más de un mes”, en fin.
La realidad es que la cuesta de enero te afecta en la medida que tuviste un buen o mal manejo de tus finanzas durante los meses anteriores (principalmente en diciembre), por lo que no se trata de una regla escrita pero tampoco una excepción.
Es decir, la pudiste evitar si durante los periodos previos hubo una adecuada planeación en tus finanzas, si realizaste consumos inteligentes, evitaste compras compulsivas durante el Buen Fin o Navidad, y sobre todo si guardaste parte de tus ingresos no habituales como pudo haber sido el aguinaldo. Si fue así, es probable que no padezcas la cuesta o su efecto sea mínimo. Este panorama ideal te permitirá iniciar el año con el pie derecho a través de finanzas ordenadas y sin la necesidad de pedir préstamos.
Ahora, si no tuviste una adecuada planeación y tus finanzas quedaron mermadas, la cuesta se puede convertir en tu enemigo. De hecho, podría prolongarse por varios meses más, juntándose con pagos de colegiaturas, impuestos, seguros, etc.
Por eso, te decimos qué debes hacer para salir de este bache financiero y no poner en peligro tu economía al empezar este 2015.
Conoce tu margen de maniobra
Probablemente tu situación financiera en estos momentos no es la ideal, eso lo sabes. Sin embargo, es importante que hagas un presupuesto que te permita conocer de manera específica cuál es tu margen de maniobra para poder afrontar la cuesta de enero y alcanzar una estabilidad económica. En ese sentido:
Comienza por identificar tus ingresos, es decir, el dinero que recibes (sueldo, entradas por ventas, vales, incentivos, comisiones, etc).
Posteriormente, registra los gastos que hagas de manera diaria (ya sea durante una quincena o un mes). Esto te ayudará a conocer con exactitud en qué y cuánto gastas.
Finalmente, compara tus ingresos y gastos. Lo anterior te permitirá saber…
•…qué tan desequilibradas están tus finanzas.
•…cuál puede ser tu meta de ahorro.
•…cuál es tu capacidad de pago.
•…qué gastos innecesarios realizas.
Toma el control de tus deudas
Es necesario que no dejes pasar más tiempo y pongas manos a la obra: ¿cuánto y a quién le debes? Apóyate en el presupuesto que realizaste para conocer tu capacidad de pago y así eliminar deudas.
Responde:
•¿Cuántas deudas tienes?
•¿Cuánto debes de pagar por cada deuda?
•¿Cuáles son las que puedes dejar atrás lo más pronto posible?
Ordena tus deudas en función del tiempo que tardarías en salir de ellas y haz una lista.
Comienza a pagar. Destina un monto mayor al pago de la deuda que dejarás atrás en el menor tiempo (paga al menos el doble del pago mínimo) y aplica esta estrategia para todas y cada una de las deudas adquiridas.
Ponte un plazo. Define durante cuánto tiempo aplicarás esta estrategia para salir del bache financiero y cúmplelo, no te desvíes de tu meta.
Aprende de tus errores. Que esto te sirva de lección para que en un futuro no te endeudes de manera irresponsable.
Habla con tu familia
Muchas personas podrían pensar que estos temas no deben hablarse con la familia. No obstante, es mejor que todos los integrantes estén en la misma sintonía y puedan trabajar en equipo, a que solamente te vean con incertidumbre y no sepan qué está ocurriendo.
Habla con tus hijos. Coméntales que vas a necesitar de su ayuda para encontrar formas de ahorrar que les permitan tener más dinero. Por ejemplo, motívalos a ahorrar luz, cuidar el agua, no desperdiciar la comida, mantener en buenas condiciones su uniforme escolar, etc. Aunque no lo creas, este tipo de acciones se ven reflejadas en tu bolsillo y además estás fomentando en tus hijos el hábito del ahorro.
Apóyate en tus familiares. A los más grandes quizás les puedas pedir que realicen acciones o actividades que le permitan a tu familia obtener ingresos alternos. Como una venta de garaje, cocinar y vender algún alimento, etc.
Préstamo económico. Siempre estará la opción de que un familiar te pueda hacer un préstamo económico, teniendo como ventajas la confianza y el nulo cobro de intereses.
Olvídate de las compras impulsivas
No está de más comentar que en estas épocas te tienes que ajustar el cinturón y ser un consumidor inteligente.
Sólo realiza compras necesarias; recuerda que tu meta principal es encontrar estabilidad financiera, no te desvíes del camino.
La palabra clave es comparar; dentro de tus gastos necesarios te recomendamos echarle un vistazo a otras opciones, es probable que encuentres la misma calidad a un precio más barato. Compara de dos a tres opciones, ¡ten por seguro que así ahorras dinero!
Haz de la tarjeta de crédito una aliada
La tarjeta de crédito, si se sabe manejar, es una excelente aliada para tus finanzas, de lo contrario, te va a dar muchos dolores de cabeza.
No es recomendable tener varias, si es tu caso, cancélalas. La recomendación es tener una.
Aprovéchala para facilitar tus pagos, asimismo, utilízala después de la fecha de corte, aprovecha el financiamiento de hasta 50 días que te brinda tu plástico sin pagar intereses (siempre y cuando liquides el total de tus compras realizadas).
Prohibidos los “tarjetazos”; recuerda que no es dinero extra, si la utilizas para el consumo diario o bienes no duraderos, es posible que después te resulte difícil pagarla.
Abona al menos el doble del pago mínimo mensual, señalado en el estado de cuenta para reducir el monto y plazo de tu deuda.
Siempre revisa tu estado de cuenta y conserva tus comprobantes.
Lo rápido sale caro
Una de las alternativas más usadas para salir de la cuesta de enero es el crédito prendario, el cual es ofrecido a través de diversas casas de empeño. Y aunque pudiera parecer una opción de financiamiento rápida, a la larga te puede salir muy costoso.
¿Estás seguro que empeñar es tu mejor opción? Considera que los préstamos de las casas de empeño son de los más costosos en el mercado financiero. Por eso, antes de recurrir a este tipo de financiamiento, considera otras alternativas como algún crédito de nómina, personal o de consumo. También está la posibilidad de vender en vez de empeñar. Todo depende de cuánto dinero necesites y cuál sea tu capacidad de pago.
Si ya decidiste empeñar, antes de hacerlo:
•Compara opciones de empresas.
•Infórmate del porcentaje que te prestarán por tu prenda.
•Revisa cada cuándo te cobrarán intereses (diarios o por mes).
•Conoce la tasa, CAT y contrato.
•Pregunta por la existencia de costos adicionales.
•Verifica los plazos que tienes para pagar.
•Pregunta sobre la demasía y los refrendos.
Y tú, ¿has sufrido la cuesta de enero?
Ofelia Canseco, 52 años, estilista
“Sí, para enfrentarla tuve que tomar ahorros que ya tenía y recortar gastos”.
Silvia García, 32 años, empleada
“No, siempre trato de hacer compras inteligentes y aprovechar las ofertas, así cuido mi dinero para los meses difíciles”.
Fernando Ruíz, 25 años, empleado
“Sí, para enfrentarla busqué otros trabajos y así conseguí ingresos extras”.
Alejandra Hernández, 37 años, profesora
“Sí, no me quedó de otra más que administrar mejor los gastos del hogar y eliminar los que no fueran necesarios”.
Descarga el pdf de este artículo, da clic aquí