Las finanzas también son cosa de niños

Juan Jacobo Rousseau, un pensador francés que vivió aproximadamente hace 3 siglos dijo:

“La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”.

A veces los adultos no saben que hay mejores maneras de decir lo que piensan, por ejemplo, expresarte que “no hay dinero para comprarte un juguete porque sí”, no es la mejor manera de explicarte que ganar dinero cuesta trabajo, esfuerzo y que muchas veces hay que ver las necesidades de toda la familia antes que algún deseo tuyo, ¿te das cuenta que aunque tengas todos los juguetes siempre deseas otro? ¿Qué cosas deseas? ¿Cuáles necesitas? Hablar contigo de finanzas es fácil si comenzamos contestando estas preguntas.

Lo quiero, lo necesito

Tu compañerito tiene todo, tablet, celular, tenis, chamarra y lo que sale nuevo. ¿Por qué a él si le compran todo y a ti no? “La envidia es mala consejera”. No envidies la situación de los demás, pues no sabes si así podrías ser verdaderamente feliz.

Identificar qué necesitamos de lo que queremos es difícil pero no complicado. Por ejemplo, una tablet tiene muchos usos, entre ellos, jugar, pero puede ser una buena herramienta si les das uso escolar. Así la aprovecharás al máximo y tu familia estará orgullosa de ti por ser un buen estudiante, lo cual hará que tus papás se esfuercen más por darte lo que tú necesitas.

Recuerda que puedes vivir sin el celular de moda o con el video juego más reciente, esos son deseos. Checa el siguiente cuadro:

nino3Quieres los tenis de moda

 

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… pero sólo para presumirlos…

 

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Quizá no te los comprarán

 

Es muy simple: las cosas que necesitamos nos ayudan en nuestra vida diaria, las cosas que deseamos cumplen con lo que queremos y ese gusto se acaba muy rápido. Si aprendes a darles un uso responsable a las cosas, tus papás confiarán en ti y te ayudarán a conseguir lo que necesites. No siempre podrás justificar que necesitas ciertos artículos. Piensa lo que es mejor para el bienestar de todos los integrantes de la familia.

“Ahorradito” te ves más bonito

Hay un refrán que dice: “Moneda ahorrada, moneda ganada”. Quiere decir que ya has ganado con el dinero que destinas al ahorro.. Si tus papás, tíos, hermanos o amigos ahorran ¿te han dicho cuál es la razón? Es porque tienen una meta en la cabeza y quieren hacerla realidad, y para ello necesitan ahorrar una buena cantidad de dinero. Por ejemplo: Un día acompañaste a tus papás al mercado y viste una bicicleta, tu papá preguntó su precio y te pareció mucho dinero, porque nunca te dan eso en un solo día.

Supongamos que te dan 15 pesos diarios para gastar en la escuela, puedes ahorrar ese dinero cada día si le dices a tu papá que compre y prepare tus alimentos para que te lleves de comer a la hora del recreo, como pepinos picados, zanahoria rallada y agua de sabor. Así no gastarás un peso.

Lo siguiente es dibujar y hacer cuentas, puedes hacerlo de este modo:

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Supongamos que la bicicleta que quieres cuesta $1000

 

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A ti te dan $15 diarios

 

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Si vas 20 días a la escuela en un mes hagamos de cuenta:  20 días por $15 = $300

 

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Puedes seguir ahorrando de esta manera o decirle a tus familiares si te apoyan, así verán que eres responsable y quizá puedan ayudarte.

 

¡Cuatro meses! Parece mucho tiempo, y tú quieres la bicicleta ya. Ahora puedes ver a lo que se enfrentan tus papás, y la mayoría de las personas. No siempre se puede comprar todo inmediatamente, por lo que es necesario ahorrar. Para eso debes ser disciplinado y constante, no puedes ahorrar primero un poco y luego nada en un mes, a veces lo que la gente hace es guardar un poco de lo que ganan cada vez. Si estás en posibilidad de guardar todo lo que te dan, hazlo. Quizá a la mitad del camino puedas convencer a tus familiares de que te apoyen para comprar la bicicleta o quizá vean que hiciste un esfuerzo y vale la pena recompensarte.

Tu granito de arena

En ocasiones has escuchado decir a mamá o papá que no les alcanza para el mes: que si los cuadernos que te faltan, la ropa para tu hermanito que ya creció, etc. Demuéstrales que puedes poner de tu parte cuando vayas con ellos a comprar la despensa. Resiste la tentación de llenar el carrito con dulces, pasteles, y cosas que vas encontrando que te gustan. Revisa con mamá qué es lo que hace falta para la casa y ayúdale a encontrar el producto de mejor calidad al mejor precio. Pero ¿si no hizo una lista? Ayuda en casa preguntando lo que ya no hay, por ejemplo, servilletas, atún o jabón, toma la iniciativa y haz la lista, con ella ya no llenarán el carrito con cosas que no necesiten.

A veces mamá le pide dinero a tu papá, él saca la cartera y se lo da. No, papá no siempre tiene la cartera llena, ese lugar no es una fuente inagotable de dinero. También se queda vacía, especialmente si no se tiene control sobre lo que gasta. Tampoco las tarjetas bancarias que trae son ilimitadas. Entender la situación que vives desde niño puede hacer que ayudes a tus mayores. Por ejemplo, puedes recordarle a tu papá los días de corte de su tarjeta de crédito. Eso en pocas palabras significa que ya es hora de pagar y si no lo hace, el banco le cobrará más dinero. Lleva en un calendario esa fecha de límite de pago y recuérdale a tu papá unos días antes. Te lo va a agradecer.

A veces los papás no nos dan dinero porque dicen que cuesta mucho trabajo ganarlo. Así es, pero también obtenerlo es una recompensa y te llena de satisfacción hacerlo por ti mismo. Plantéales que puedes ayudar en las tareas del hogar, y así ellos te pueden “pagar” al final de la semana. Con tareas sencillas como arreglar tu cuarto, barrer, sacudir, o tirar la basura, habrás dejado tu casa impecable y ganarás dinero gracias al pago de tus papás. No sólo trabajes hasta juntar el dinero que te propusiste, echarle una “manita” a tu casa hace que se conserve y no destinen dinero en otras personas que hagan la limpieza, así podrán ahorrar.

Los beneficios de tener buenas calificacionesninos2

Esperar a que nuestros padres aparezcan con un regalo diario cuando llegan de trabajar, es algo que probablemente no suceda, pero eso no te limita. Como niño para aprender, jugar y desarrollarte, ¡también tienes la oportunidad de que te paguen por estudiar! ¿Cómo? Con una beca.

Algunas instituciones apoyan a aquellos niños que por sus ganas y buenas calificaciones en la escuela les dan una beca para continuar con sus estudios.

Puedes pedirle a algún adulto que te ayude a buscar por internet diferentes opciones, tanto en la iniciativa privada como en el gobierno de tu localidad. Una opción puede ser la página: http://www.becas.sep.gob.mx/

Ahí podrás encontrar de acuerdo a tu escolaridad, grado de estudios y promedio, alguna beca que se ajuste a tus necesidades. Recuerda, tú debes buscarla, si este año ya se acabaron las oportunidades, búscala para el año que entra y sube tu promedio. Cumpliendo con los trámites te pueden dar una, siempre pregunta para saber qué hacer. Estudia mucho y saca buenas calificaciones, así podrás apoyar a tus padres económicamente y comenzarás con el pie derecho tu vida financiera.

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