Errores financieros de los jóvenes

Elimina los malos hábitos

¿Te has dado cuenta que al momento de pagar cualquier cosa, la mayoría de la gente saca una tarjeta de crédito y utiliza con menor frecuencia dinero en efectivo? La primera es una forma más cómoda de pagar, pero antes de sacar la tarjeta, ¿te has puesto a pensar si tenías contemplado el gasto que estás por cubrir y la deuda que te traerá ese “tarjetazo”?

Existen varios errores financieros que los jóvenes llegan a cometer por no saber controlar su dinero. Por ejemplo:

No saber usar una tarjeta de crédito.

Creer que se trata de una fuente inagotable de dinero, es algo incorrecto. Toma en cuenta que se trata únicamente de dinero que debes reponer y al que se suma un porcentaje de interés mensual en caso de no pagar a tiempo tu adeudo.

No realizar un presupuesto.

No siempre llevas un registro de todos los gastos, por muy pequeños que sean, como lo que inviertes en el transporte, en café, una botella de agua, etcétera. Y por lo tanto, desconoces a dónde se va parte importante de tu dinero y no identificas los gastos que podrías evitar. Con un presupuesto puedes tener un control adecuado de tu dinero.

Gastar como si no hubiera un mañana.

Cuando comienzas a trabajar, la emoción de recibir el primer sueldo es tan grande, que quieres gastarlo de inmediato; compras lo que sea, invitas a tus amigos a “celebrar”, y te terminas el dinero antes de que llegue la otra quincena. Cuando te das cuenta, no tienes nada en la bolsa, no te has comprado nada que valga la pena y ni siquiera te alcanza para librarla hasta el próximo pago. Ni hablar de que hayas pensado en ahorrar algo.

Y precisamente ahorrar para el futuro es de lo mejor que puedes hacer, pues con el paso del tiempo, adquieres mayores responsabilidades como comprar una casa, tener hijos, pagar el colegio y todo sumado al dinero que requieres guardar para tu retiro.

Caer en la tentación de los meses sin intereses.

Cuando te sientes estable económicamente, haces gastos fuertes pues tienes la certeza de poder pagar a meses sin intereses. Incurrir en esta práctica de forma constante, ocasiona que en algún momento estos pagos superen tu presupuesto y te endeudes.

Pagar sólo el mínimo de la tarjeta.

¿Te sientes cómodo pagando lo mínimo solicitado por tu banco? La realidad es que si haces eso, terminarás pagando más intereses y te llevará más tiempo liquidar la deuda. Lo ideal es abonar al menos el doble del pago mínimo para que no pagues tantos intereses. Apunta tu fecha de corte y de pago de la tarjeta para planear mejor tus compras.asoleado

No establecer planes a largo plazo.

Puedes no saber cuál es el rumbo que quieres tomar por el resto de tu vida, pero sí puedes plantearte metas a corto y mediano plazo. Antes de incurrir en gastos innecesarios deberías definir qué porcentaje de tu salario será destinado para comprar tu primer automóvil o ahorrar para la maestría, por poner algunos ejemplos. Definir metas le dará sentido a tu esfuerzo.

No hacer historial crediticio.

Nos emocionamos con el crédito y lo utilizamos a diestra y siniestra, o bien, le tenemos pánico y no lo utilizamos. Pero es importante saber que si nunca tramitas algún servicio que te abra un historial crediticio, más adelante será difícil conseguir préstamos bancarios, tarjetas de crédito y además, pagarías tasas de interés más altas.1

Creer que eres eterno.

Ver un evento desafortunado como algo lejano que puede ocurrirte o a alguien de tu familia, es un gran error, pues no te preocupas por ahorrar o contratar algún seguro para cubrir alguna situación de emergencia. Evita que un mal momento se convierta en una fuerte deuda.

Contraer deudas en nombre de alguien más.

Si alguien te pide ayuda económica, puedes sentirte comprometido y brindársela, sobre todo si se trata de un amigo o familiar. Pero por esta razón, en ocasiones te involucras en problemas por deudas ajenas. Está bien querer ayudar a alguien en aprietos, pero siempre y cuando estés en condiciones de hacerlo y no arriesgues tu bienestar financiero.

No invertir en ti.

Independientemente del último grado de estudios que tengas, siempre es bueno continuar tu formación con clases, por ejemplo, de algún idioma, una maestría o simplemente un curso de algo que te guste. Prepararte para ser alguien competitivo te dejaría una gran satisfacción, además de ser una de las mejores inversiones.pereza

Es importante aprender a manejar tu dinero. Sé un consumidor responsable y no caigas en el sobreendeudamiento. Las decisiones que tomes hoy, impactarán en tu futuro de forma positiva o negativa.

1 consumido.gov

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