Calaveritas financieras

Estaba la parca sentada

pensando en quien molestaba

cuando de repente vio a un muchacho

que gastando se encontraba.

 

 

Él gastaba y gastaba

comprando sin medida

sin saber que la calaca

muy ansiosa lo veía.

 

Las tarjetas muy aliadas

con ofertas lo cazaban

y la flaca muy callada

ya del joven se burlaba.

 

Espantado y triste estaba

el muchacho gastalón

pues debía una fortuna

y ya era un cuentonón.

 

La calaca esperaba

muy ansiosa, muy callada

a que el joven no pagara

y al buró se le mandara.

 

Ya muy triste en el Buró

este joven se quedó

no sin antes recordar

que es mejor el no gastar.

 

La huesuda te recuerda

la importancia de ahorrar

y que un buen presupuesto

siempre te ha de salvar.

 Francisco Robles. Distrito Federal

 

Sentada la huesuda el Buró de Entidades Financieras actualizaba

“A todas las entidades que reprobaron, ya se las llevaba”,

sonriente y burlona más visitas al sitio conseguía

sin saber que también a ellos los encaminaría.

 

Satisfecha y contenta sus sectores modificaba

muy tétrica y lúgubre en la imagen pensaba

con sus cláusulas abusivas antes de salir

si de sus contratos no se van a excluir.

 

Todos temblaron y la persuadieron

ya que sus calificaciones subieron

para que no se los llevara

como castigo y los sancionara.

 

Todas las instituciones muy asustadas

estando en pleno festejo

corrieron desaforadas

para salvar el pellejo.

 Cintli Moreno. Distrito Federal

 

De mi Buró agraciado

las cláusulas abusivas

se habían apoderado

instituciones opresivas se han pasado.

 

La huesuda fue a reclamar,

los bancos las deben eliminar

si no a todos se los va a llevar

y al panteón los va a encaminar.

 

Temerosos los bancos lloraron

porque el Buró los había delatado,

sus cláusulas abusivas frustraron

la Condusef se les había adelantado.

 

La muerte no olvidó mencionar:

estas no son nimiedades

de mí no podrán abusar

con el Buró de entidades tengo para ganar.

 Carlos Torres. Distrito Federal

 

Estaba la muerte formada

esperando su turno en el banco

se sentía entusiasmada

pues tenía un cheque en blanco.

 

Sus deudas esperaban,

de un susto ser pagadas

muy contenta la huesuda

cobró el dinero sin duda.

 

Primero pagó unas tarjetas

mas no liquidó sus cuentas

y gastó el demás dinero

en pasear en un crucero.

 

No hizo un presupuesto

sólo pensó en el momento

y por eso la muerte,

otra vez quedó debiendo.

 Alejandra Luna. Distrito Federal

Descarga el pdf de este artículo, da clic aquí