Todo con medida

Sácale provecho a tu aguinaldo

Qué es el aguinaldo?

Se trata de un beneficio económico anual que tu patrón o empresa debe otorgarte como su trabajador. En México, la Ley Federal del Trabajo establece que esta prestación será, cuando menos, de 15 días de sueldo base y deberá entregarse antes del 20 de diciembre.

Pese a que no hayas cumplido un año en tu lugar de trabajo, si tuviste una relación laboral formal (bajo contrato y con prestaciones), la empresa tiene la obligación de pagarte la parte proporcional del aguinaldo, conforme al tiempo que trabajaste en el lugar.

Asimismo, el marco legal establece que el patrón no puede alegar dificultades económicas de la empresa o falta de utilidades como justificación para no pagar el aguinaldo o reducir su importe.

Si tienes derecho a él y no te lo pagan debidamente (te proporcionan un monto menor, o se niegan a dártelo), acude a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajador PROFEDET http://www.profedet.gob.mx/profedet/index.html, y presenta una queja o denuncia, ¡es tu derecho!

Ahora bien, recibir este dinero en el último mes del año, sin duda tiene algunos riesgos, pues podemos dejarnos llevar y gastarlo todo, por ejemplo, en los regalos para Navidad y Año Nuevo, artículos decorativos para el hogar, la cena y más. Recuerda que debes medirte en esta temporada, no querrás pasarte y más adelante darte de topes por tus deudas. Pon atención a las siguientes recomendaciones:

 

¿Qué con el presupuesto?

El primer paso que debes realizar para que tu aguinaldo no se vaya como agua, es realizar un presupuesto. En él podrás ordenar tus ingresos y gastos, lo que te permitirá planear tus finanzas y evitar que tu dinero se acabe en gastos innecesarios o compras impulsivas.

Tú eliges la forma en que te acomoda llevarlo, ya sea por medio de una lista (utilizar pluma y papel) o bien, ayudarte de la tecnología, por medio de una aplicación móvil. Condusef tiene para ti la aplicación “Presupuesto Familiar”, misma que te permite llevar el registro de tus ingresos y gastos mensuales. Al llevar un registro de tus gastos, tienes un control de tu dinero y por tanto, puedes cerrar el año de manera positiva.

Haz mucho con poco

Si crees que no puedes ahorrar porque no ganas lo suficiente, debes saber que no se trata de un problema de ingresos, la clave está en que destines de forma constante la misma cantidad a este rubro. Al recibir tu aguinaldo, destina una parte proporcional al ahorro y guarda tu dinero en alguna entidad financiera, no debajo del colchón o en alcancías; pues de esa manera lo expones a cualquier riesgo.

 

Dale un empujoncito a tus deudas

Aprovecha la llegada de tu aguinaldo para salir de deudas. Analiza cuál es tu adeudo total; en caso de que sea una sola deuda, trata de liquidarla en una exhibición; pero si tienes más, revisa el monto del adeudo, la tasa de interés (si es el caso) y el periodo que tienes para pagarla. En caso de que tu adeudo sea grave, acércate a la institución financiera, explica tu situación y deseo por pagar. Los bancos pueden ofrecerte alternativas que te beneficien.

 

No al “tarjetazo”

Para evitar que se consuma tu aguinaldo, no cubras gastos cotidianos con tu tarjeta de crédito, como la compra de la despensa o las comidas fuera de casa.

 

Cara a cara

Una forma de utilizar inteligentemente tu aguinaldo es hacer frente a los diferentes precios que tienen los artículos que deseas comprar, compara costo y calidad. Recuerda que muchos establecimientos suben el precio de los artículos de temporada, por lo que es mejor visitar diversos comercios para encontrar lo que te convenga y así ayudar a tu bolsillo.

 

Diferencia entre necesidades y deseos

“Ofertas” y “compras a meses sin intereses”; son términos ante los que cualquiera caería redondito, sobre todo cuando se tiene dinero extra en las manos.

Aunque no es malo comprar y darte uno que otro “gustito”, es importante diferenciar si estás comprando por necesidad o únicamente por impulso. Sé sincero y pregúntate si lo que vas a adquirir es realmente necesario o lo adquieres sólo por “aprovechar” una promoción.

 

Multiplica tu aguinaldo

Date cuenta que el aguinaldo es un ingreso por el cual trabajaste todo un año. Hazlo crecer a través de alguna de las siguientes opciones:

  • Deposita a tu cuenta de Afore. Los rendimientos de las Afores pueden llegar a ser altos, dependiendo en cuál estés inscrito. El ahorro voluntario es muy positivo para este tipo de instrumentos pues te permite una mayor ganancia y es deducible de impuestos.
  • Invierte en Cetes. Ésta es una excelente opción para tu aguinaldo, ya que es una inversión sin riesgo, es decir, no existe la posibilidad de perder dinero, y regularmente el rendimiento que ofrece esta opción es cercano a la inflación, lo que significa que tu dinero no pierde valor.

También, existen diferentes plazos de inversión, lo que te permite disponer de tu dinero cuando lo requieras. En www.cetesdirecto.com, puedes invertir desde cien pesos, no hay cobro por manejo de cuenta ni comisiones.

  • Fondos de inversión. Son una buena opción ya que existen algunos en los que puedes invertir desde mil pesos dependiendo en qué institución bancaria lo contrates. Un fondo puede ser útil para la educación de tus hijos, remodelar tu casa, viajar, entre otras posibilidades.

Estas opciones te pueden ayudar a consolidar metas financieras específicas haciendo uso de tu aguinaldo. Recuerda que no debes gastar más de lo que tienes en fechas especiales como Navidad o Año Nuevo. Elabora un presupuesto y respétalo, así podrás iniciar el año con tranquilidad y continuar trabajando para lograr tus objetivos.

 

No des regalos a todo el mundo

Los intercambios son parte de las tradiciones decembrinas, ya sea con la familia, amigos o compañeros de trabajo. Pero ten mucho cuidado, participar en todos a los que te invitan, puede perjudicar tus finanzas. Analiza tus opciones y elije los que más te importen pero que no impliquen desembolsos importantes, de esta forma evitas destinar gran parte de tu aguinaldo a gastos prescindibles.

 

¿Cuesta de enero?

Con la misma rapidez que llegan las fechas festivas de diciembre, se van, dejando detrás la temida cuesta de enero. Ésta puede generar que comiences un 2016 lleno de baches financieros que impacten negativamente en tu bolsillo.

En este periodo se registra un alza en la inflación, misma que se combina con el gasto que dejan las compras excesivas. No uses el término “cuesta de enero” como pretexto para justificar la falta de planeación en la administración del dinero, incluyendo tu aguinaldo.

Aprovechar esta prestación, no tiene porqué ser un sacrificio. No olvides que enero puede ser un mes como cualquier otro, la clave está en administrar tu aguinaldo con inteligencia.

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El aguinaldo no es un regalo ni un bono, se trata del resultado de tu trabajo y esfuerzo. Exígelo.

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