¡Que no te cuenten!

Conoce las monedas en la época de Independencia

La guerra de Independencia afectó no solo el ámbito social y político de la Nueva España, también su economía. La inestabilidad provocó la escasez de dinero y ante la necesidad se acuñaron distintas monedas ¿Quieres conocer parte de esta historia?

Los peligrosos caminos obligaron a muchas personas a enviar sus riquezas al exterior para evitar exponerlas; otros las atesoraban o escondían para evitar el robo. Esta situación provocó una gran escasez de dinero, dando paso a la emisión de monedas de necesidad, que fueron emitidas tanto por los Realistas (los que apoyaban la monarquía española) como por los insurgentes, llamadas así porque se fabricaron para aliviar la situación imperante.

 

 

En la época de la Colonia el botín más apreciado por los salteadores de caminos era la plata, la cual se transportaba desde las minas hasta la Casa de Moneda de México.

 

Moneda insurgente
Debido a la escasez de dinero, el bando insurgente acuñó sus propias monedas para pagar a sus tropas. Estas fueron realizadas con medios rudimentarios y al no contar con plata suficiente, se acuñaron pocas piezas. Las más abundantes fueron las de cobre.

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Moneda de Morelos
Las monedas de cobre ordenadas por el insurgente José María Morelos y Pavón, equivalían a promesas de pago, es decir, se canjearían por su valor grabado, en plata u oro, cuando la independencia triunfara, esto representó la introducción al país de una moneda fiduciaria.
El anverso de estas piezas presentaba el monograma de Morelos acompañado de la denominación y del año de acuñación. En el reverso se apreciaba un arco con flecha y debajo, la palabra SUD, que según algunos historiadores se refería a Sur, Morelos era comandante del ejército del sur. Se produjeron piezas de ocho, dos, uno, y medio reales.
Cuando Morelos atacó y tomó Oaxaca el 25 de noviembre de 1812, encontró una gran cantidad de barras de plata, lo que le permitió reanudar sus acuñaciones con este metal, lo hizo con numerosas variedades y valores.

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Junta de Zitácuaro
Cuando Ignacio López Rayón quedó a cargo del Ejército Insurgente, el 19 de agosto de 1811, estableció en Zitácuaro la Suprema Junta Nacional Americana que gobernaría en nombre de Fernando VII. La Junta, tuvo que acuñar monedas que sustituyeran a las coloniales.
Las primeras se fundieron en plata en 1811 y 1812 con la denominación de ocho reales, de manufactura tosca con el nombre de Fernando VII, pero los diseños eran completamente mexicanos. La acuñación en plata y cobre continuó hasta 1814 y abarcó todos los valores.
La Junta acuñó otra moneda de plata de un real, con un diseño distinto, cuya leyenda del anverso se leía: CONGRESO AMERICANO. Una característica de las acuñaciones de la Junta de Zitácuaro es que aparecieron por primera vez los elementos que se volvieron representativos de nuestra nacionalidad: el águila (aunque coronada) parada en un nopal.

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