Un presupuesto para millennials

¡Conoce la Regla del 50-30-20!

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados, la edad promedio de los jóvenes que adquieren su primer empleo es de 21 años.

Si acabas de ingresar al mundo laboral, da por seguro que recibir tu quincena será una de las cosas que vas a disfrutar mucho, sobre todo, cuando trabajaste muy duro para conseguir ese sueldo, pero… ¿Correr a gastarlo inmediatamente? Ese es un error muy común entre los jóvenes.

Después te estarás preguntando: ¿En qué me gasté todo mi dinero? Calma, a todos nos ha pasado alguna vez, pero es algo que no puedes repetir cada quincena o mes por mes.

Te recomendamos que de ahora en adelante al recibir tu quincena elabores un plan financiero, que te permita ahorrar y cumplir las metas que te propongas, pero tranquilo, esto no significa sacrificar todas las salidas con los amigos. Para ello te vamos a presentar un modelo de presupuesto recomendado para jóvenes Millennials. Se llama Regla del 50-30-20.

 

Las reglas del modelo

Dicho modelo parte del supuesto de que las personas tenemos dos tipos de gastos y el deber de ahorrar.

  1. Gastos necesarios: Son aquéllos donde el dinero se destina a pagar estados de cuenta, servicios básicos como luz, agua, teléfono, etc., alimento y transporte. A estos gastos se recomienda destinar un 50% de nuestro sueldo.
  2. Gastos por gusto: Son aquéllos donde el dinero se destina a mantener cierto estilo de vida y darse un “gustito” de vez en cuando, por ejemplo: salir al cine, a un bar, pagar netflix, comprar una prenda, etc., la cantidad recomendada es el 30% del sueldo.
  3. El deber: Es dinero que NO se toca bajo ninguna circunstancia, es decir, es la parte que vamos a destinar a nuestro ahorro. La regla de este modelo establece que deberíamos destinar un 20% del salario neto, que a la vez podríamos dividir en ahorro a corto y a largo plazo.

 

Para facilitarte un poco más las cosas, aquí tienes un breve ejercicio, basado en el salario de un recién egresado:

Sueldo neto mensual: $7, 500

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¿Este ejercicio suena fácil, verdad? Sí lo es, el modelo está pensado para que las personas puedan ajustarlo de acuerdo con sus necesidades y gustos, a la vez que consideren el ahorro como un deber, con un porcentaje real y fijo dentro del presupuesto diario, no solamente “lo que sobra al final de la quincena”.

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