Los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores de la SHCP
¿Qué sabes de los timbres postales?
¿Te has preguntado alguna vez para qué sirve el timbre postal, también conocido como sello, estampilla o estampa postal?
Aunque ya es menos común, el timbre se sigue utilizando para enviar cartas o correspondencia de un lugar a otro y los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores (TIEV) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Púbico, son los encargados de imprimir todos los timbres de México.1
Esta estampilla tiene un valor determinado y se incrementa de acuerdo a los kilómetros o distancia que se envían las cartas o correspondencias; entre más distancia, más se incrementa el valor o el número de estampillas, lo mismo que por el tamaño o peso de las mismas, o si es de carácter ordinario o urgente.
Hoy las redes sociales te permiten enviar millones de correos electrónicos a cualquier parte del mundo sin siquiera colocarles un timbre postal, sin embargo, ¿sabías que la estampilla ha sobrevivido por 163 años y que continúa acompañando infinidad de correspondencias de México en todo el mundo?
Así como lo lees. Desde su primera emisión, el 1 de agosto de 1856, el timbre postal es parte de la historia de la correspondencia de México y parte esencial de la filatelia, que es la afición por coleccionar y clasificar sellos, sobres y otros documentos postales. Los timbres tienen muchos datos interesantes en su impresión, uno de ellos es el “Pie de imprenta” que es ni más ni menos que el lugar en donde fue elaborado.
Los timbres postales oficiales son emitidos por un estado soberano y en México, los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores (TIEV) son los encargados de imprimir todos los timbres, tanto las emisiones permanentes como las conmemorativas, además de otros documentos oficiales como las libretas para los pasaportes y formatos de registro civil para Consulados, la impresión de marbetes para bebidas alcohólicas nacionales y de importación, además de libros de arte, folletos y hasta revistas.
Los TIEV son una unidad administrativa adscrita a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y por petición de Correos de México es el único autorizado para elaborar timbres postales de nuestro país, aunque algunas emisiones, como las de 1864, fueron elaboradas en Estados Unidos por The American Bank Note Co. New York.
Así que ya lo sabes, todos los timbres postales mexicanos que circulan alrededor del mundo provienen de los Talleres de Impresión de Estampillas y Valores. Estos importantes talleres tienen su actual sede en la Calzada Legaria Número 662, en la Ciudad de México, la cual fue inaugurada en 1952.
El primer timbre postal en México
Se emitió durante la presidencia provisional del general Ignacio Comonfort. El 1 de agosto de 1856 se ponen a la venta los primeros sellos postales de México, en la Ciudad Capital y los primeros envíos se realizan hasta el día 19 del mismo mes.
Esta primera emisión consistió en una serie de cinco sellos, todos con la efigie de Miguel Hidalgo, pero con colores distintos según el valor de 1/2, 1, 2, 4, y 8 reales, en colores azul, amarillo, verde, rojo y lila respectivamente.
Todos los timbres se imprimieron en papel sin marca de agua o filigrana, la técnica usada fue el grabado, diseñado por José Villegas, director de la imprenta del Gobierno; la palabra México se escribió con j, y no tenían perforaciones.
Antes los timbres postales eran impresos utilizando técnicas tradicionales como el huecograbado o la litografía pero conforme ha transcurrido el tiempo las técnicas han evolucionado y en la actualidad muchos de los timbres se imprimen mediante el proceso de offset.
En la página del Acervo Filatélico de la SHCP podemos echar un vistazo a todas las emisiones de timbres que se han realizado en nuestro país desde 1856 hasta la fecha, lo interesante es que nos describe la técnica con la que fue elaborado así como el año, el diseñador, el valor facial y hasta el número de perforación.
El primer timbre postal de la historia fue conocido como ‘Penny Black’, costaba un penique y en él aparecía dibujada la Reina Victoria de Inglaterra. Entre los coleccionistas filatélicos es el sello más codiciado. Gracias a la invención de Rowland Hill, los envíos postales se facilitaron en gran medida.2
El antecedente de los TIEV
El primer antecedente de los Talleres fue el Departamento para la Impresión de Sellos, adscrito a la Administración General de Papel Sellado de la Secretaría de Estado y del Despacho de Hacienda y Crédito Público, creado por decreto el 14 de octubre de 1856.
El 31 de mayo de 1870, se aprobó el Reglamento para las Oficinas del Papel Sellado. Sin embargo, fue hasta el 31 de diciembre de 1871, cuando al expedirse la Ley del Impuesto del Timbre, se establece la Oficina de Impresión de Estampillas que, como Unidad Administrativa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se encargaría de la impresión de las Estampillas de la Renta del Timbre, así como de las Estampillas de Correo.
En 1874, fueron fundados estos talleres con el nombre de Oficina Impresora del Timbre y cuatro años más tarde fueron trasladados a Palacio Nacional. Con el triunfo de la Revolución Mexicana, se modificó el nombre de Oficina Impresora del Timbre a Oficina Impresora de la Secretaría de Hacienda, en el que, además, se regula el pago de los trabajos de litografía y grabado que le eran dados por las áreas de diversas secretarías.
Es en la década de los años treinta cuando cambia su denominación a la de Talleres de Impresión de Estampillas y Valores, como los conocemos hoy en día.
Rowland Hill, nacido en Gran Bretaña, fue el inventor de los timbres postales. El 13 de febrero de 1837, Hill presentó un proyecto de sellos adhesivos, junto con un folleto que explicaba su función a los encargados del servicio postal del Estado. Tras el estudio se dio el visto bueno y se decretó la puesta en circulación de los sellos postales el 6 de Mayo de 1840.3
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