Pink Tax o impuesto rosa

26 julio, 2019

El costo de ser mujer.

Sin duda, la mujer juega un papel muy importante en nuestra sociedad actual y en materia de mercadotecnia o marketing no es la excepción.

Una de las estrategias de consumo aplicadas al sector femenino es el llamado “pink tax” o “impuesto rosa”, el cual consiste en un aumento en el precio de productos dirigidos a ellas, a diferencia de los que son con enfoque masculino.
Si quieres saber un poco más acerca del tema o conocer cuáles son los productos más usuales dentro de esta categoría, te invitamos a seguir leyendo nuestro artículo.

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, menciona que el 86.5% de las mujeres en el país ha realizado al menos una vez una compra que no tenía planeada o fuera de su presupuesto.

¿Un impuesto producto del marketing?
La Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN) explica que el pink tax, debe entenderse no propiamente como un impuesto, en cambio, debe tratarse como un sobreprecio aplicado por estrategias mercadológicas, consecuencia de la estrecha vinculación entre la mujer y el hogar, lo que explicaría su mayor peso en las decisiones de compra.
Al ser más activas las mujeres en el mercado las convierte en un objetivo perfecto para las estrategias de consumo.

¿Qué tipo de productos tienen este sobreprecio?
Usualmente, los productos asociados con la higiene personal de la mujer son los que registran el llamado pink tax, mismos que pueden sustituirse por algún otro genérico, incluso, por productos similares para hombres.

De acuerdo con la Profeco, este mayor precio también se debe a que las marcas invierten más dinero en la presentación de sus productos, empaque, diseño y publicidad, por el hecho de ir dirigidos a las mujeres.

A continuación te mostramos un comparativo con algunos ejemplos¹:

Te recomendamos…
Si bien existen productos pensados para cada sexo, algunos sólo se diferencian por el color o el empaque. Para cuidar tu bolsillo, te dejamos las siguientes recomendaciones:

Compara precios, a veces el mismo artículo es más barato en una tienda que en otra.
De ser posible, sustitúyelos por artículos neutros o para hombre, como el caso de los rastrillos, jabones, etc.
Si la diferencia del producto es cierta sustancia, fragancia u olor femenino que no puedas remplazar por la versión masculina o neutra (en el caso de perfumes, desodorantes o cremas), prueba cambiar con una marca más barata que te ofrezca un artículo similar.

A nivel nacional, solamente el 23.1% de las mujeres cuenta con algún tipo de seguro, según datos de la ENIF 2018.