¿Sabes cuánto gastas en comer sano?

Pon a dieta tus finanzas

Sumarte a la moda de comer sano es benéfico pero puede resultar caro. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), comer sano se refiere a elegir una alimentación que nos proporcione todos los nutrientes esenciales para que nuestro organismo se mantenga saludable.

Actualmente existe una gran variedad de alimentos denominados orgánicos, que, aunque son naturales, pasan por otros procesos de cultivo y fabricación.

Consumir víveres orgánicos tiene un costo elevado. La mayoría de las personas automáticamente traduce que los alimentos orgánicos son comida sana y la adquieren sin importar su precio lo que, por lo regular es mucho mayor al resto de los alimentos ordinarios, lo que puede significar un desequilibrio en tus finanzas personales.

 

El 62% de la población de América Latina está dispuesto a pagar un precio mayor por productos que los apoyen en sus metas de salud. Nielsen

¿Por qué son orgánicos?
A este tipo de productos se les denomina de esta manera porque se cultivan, crían y procesan utilizando métodos naturales. En el caso de la agricultura, no se ocupan químicos, como pesticidas, fertilizantes sintéticos, aguas residuales, o variedades transgénicas.

En la ganadería no se administra a los animales hormonas de crecimiento, anabólicos o antibióticos, ni se les alimenta con comida sintética. En cuanto a los que son procesados industrialmente, no se les añade aditivos o conservadores artificiales. Es decir, son alimentos mucho más naturales y saludables para el consumo humano.

En los distintos puntos de venta, los productos orgánicos se distinguen de los ordinarios porque en las etiquetas presumen serlo. Sin embargo, no basta con ello, es necesario que incluya el sello de certificación que garantice que en su producción son orgánicos y libres de cualquier sustancia química que los contamine.

De acuerdo con información de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM, por sus siglas en inglés), este tipo de alimentos, en comparación con los convencionales, muestran:
• Menor cantidad de agua, almacenando una más alta densidad de nutrientes.
• Mayor cantidad de hierro, magnesio, vitamina C y antioxidantes.
• Mejor equilibrio con aminoácidos esenciales.
• Mientras los animales criados con este sistema presentan mejor salud en general, poco riesgo de contraer o portar enfermedades y menor cantidad de grasa.

La comercialización de los productos orgánicos se ha ido diversificando y actualmente acceder a ellos es más fácil. No sólo los puedes adquirir en tiendas especializadas, también en cadenas de supermercados.
Pero, ¿qué pasa con el precio de estos productos?, es probable que te preguntes, ¿a qué se debe el costo elevado en comparación con los alimentos convencionales? La respuesta está en su producción pues es más lenta y en menor cantidad que la normal, además de que se someten a un riguroso control de certificación antes de salir al mercado.

En Proteja su Dinero nos dimos a la tarea de investigar los precios de algunos productos tradicionales y compararlos con la opción similar pero orgánica, chécalos y haz cuentas:

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Como puedes ver, los productos orgánicos son más caros que los convencionales. Si eres de los que acostumbran comprarlos ya sea por necesidad o gusto, toma en cuenta las siguientes recomendaciones, para que no pongas en riesgo tu cartera:

  1. Revisa las etiquetas del empaque y cerciórate que traigan el certificado de orgánico, si no, estarás pagando un mayor costo por un producto que no tiene esta caraceristica.
  2. Adquiere sólo lo que vayas a consumir, recuerda que su vida útil es menor, pues al no tener conservadores se echan a perder más rápido.
  3. Compara precios entre los diferentes tipos de establecimientos que ofrecen esta clase de productos, puede que te ahorres unos cuantos pesos.
  4. Recuerda que para comer sano no necesariamente tienes que gastar más. Una buena alimentación debe ser completa, equilibrada, suficiente, variada y adecuada.
  5. Cuando acudas al supermercado cerciórate de llevar los artículos y productos que realmente necesites. Una forma de garantizar esto es haciendo una lista con anticipación, de esta forma evitarás gastos innecesarios.

 

¿Sabías que consumir productos orgánicos no es lo mismo que ser vegano?
El veganismo es una tendencia que va más allá de lo que se come, intervienen también con las cosas que utilizan a diario, como la ropa, los cosméticos, el calzado, etc.

Es decir, las personas veganas no hacen uso de ningún producto que se haya obtenido del sufrimiento o muerte de algún animal.

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