Peque emprendedores

 

Prepárate para el futuro.

Hola peque!
En esta ocasión vamos a ver algo sobre el emprendimiento o cómo se crea una empresa o negocio, y para que lo comprendas te contaremos las historias de peques en el mundo que han logrado grandes éxitos financieros a lo largo de su vida.

Como muchas cosas en la vida, todo negocio comienza con un sueño y este puede surgir en cualquier momento, ya que el emprendimiento no está peleado con la edad.

 

¿Qué necesito para comenzar a emprender?
Una empresa requiere contar con creatividad, habilidades, competencia y constancia.

Puedes comenzar a desarrollar alguna idea de negocio a partir de las cosas que te gustan, sin temor a que otros piensen que tu idea es tonta o simple, ya que, desde el puesto de limonadas hasta el cuidado de mascotas, pueden volverse negocios millonarios. Si no nos crees, aquí te dejamos las historias de algunos peques que no tuvieron miedo a emprender.

 

José Pablo Iglesias
Desde los 12 años, José Pablo Iglesias tuvo el interés por emprender, por lo que con asesoría del Centro de Desarrollo Empresarial para Niños, Business Kids creó Marsh Burgers, un negocio de galletas rellenas de bombón.

¿Qué hizo? Después de un año, decidió comenzar a escribir todo lo aprendido para transmitírselo a otros niños y niñas; así, a los 13, se convirtió en el autor de El pequeño libro de negocios para niños y niñas. Tras el éxito de su obra, a los 14 comenzó Triangle, una empresa tecnológica dedicada al diseño web.

 

Sergi Vidal
La película Wall-E lo inspiró a los siete años a estudiar robótica y gracias a esto participó a los 13 en el concurso IASP (International Air and Space Program), organizado por la NASA. A pesar de competir contra personas de bachillerato y universidad, resultó ganador junto con otros dos jóvenes mexicanos de 12 y 13 años, entre los premios estuvo un cheque por 5 mil dólares, que aproximadamente eran 66 mil pesos mexicanos.

¿Qué hizo? A diferencia de sus compañeros, Sergi no gastó su premio en viajes o videojuegos, sino que decidió aprovechar que estaba estudiando diseño y se compró una impresora 3D, hoy cuenta con un gran negocio de impresiones en 3D.

Jimena Valle, Gibby
En la actualidad, Jimena es una adolescente mexicana de 13 años y cuenta con un canal en YouTube con 10.9 millones de suscriptores. Comenzó su canal cuando tenía 7 años y tan solo un año después se volvió todo un éxito, llegando a obtener hasta 4 millones de dólares anualmente.

¿Qué hizo? Esta pequeña comenzó su canal con apoyo de su familia, ya que su hermana mayor es la que le ayudó a crear el canal, además de grabar y editar sus videos; su madre es su manager. Jimena siempre tuvo curiosidad por ser una estrella, por lo que desde los 5 años comenzó a hacer videos caseros, y fue hasta los 7 que se animó a crear su canal, en donde habla sobre temas de interés para niñas y niños. Su carisma y creatividad han llevado a esta pequeña a ser toda una influencer y ha crecido tanto que ha obtenido el patrocinio de grandes marcas, ganando mucho dinero, pero sobre todo, haciendo lo que más le gusta.

 

Cameron Johnson, “Cheers and Tears”
Cameron actualmente tiene 35 años, pero creó su primer negocio cuando tenía solo 9 años, al cual nombro Cheers and Tears. Su espíritu emprendedor lo hizo continuar, es así que a los 13 años comenzó su segunda empresa, My EZ Mail. Todo esto le generaba ganancias mensuales de 400 mil dólares cuando tenía 15 años y todos sus negocios combinados valdrían más de 1 millón de dólares, algo así como 22 millones de pesos mexicanos.

¿Qué hizo? La historia de Cameron comenzó cuando sus padres le pidieron que los ayudara a hacer las invitaciones para una fiesta navideña. A todas las personas invitadas les encantaron las invitaciones, por lo que comenzaron a pagarle por hacerlas. De esta forma, Cameron vio la oportunidad de seguir haciendo tarjetas y de ahí nace Cheers and Tears, una compañía que vende tarjetas de felicitaciones.

 

Mikaila Ulmer, “Me & The Bees Lemonade”
Mikaila es una joven empresaria que comenzó su vida como emprendedora cuando tenía 4 años, creando su propia empresa a la que llamo Me & The Bees Lemonade. Su trabajo y dedicación la llevaron a conseguir un contrato por hasta 11 millones de dólares, a los 12 años.

¿Qué hizo? Todo comenzó cuando motivada por sus padres decidió entrar a una feria de negocios que se había organizado en la ciudad. Además, debido a su curiosidad por las abejas y a un libro de recetas de cocina que le había regalado su abuela, concursó con una limonada natural con linaza endulzada con miel de abejas. Con el éxito obtenido en la feria, decidió crear Me & The Bees Lemonade, un negocio dedicado a la producción de botellas de limonada, endulzadas con miel que compraba a los apicultores locales.

 

Ryan Kelly, “Ry´s Ruffery”
Ryan siempre tuvo un espíritu emprendedor desde pequeño, ya que desde los 8 años ya había puesto su negocio de limonadas o venta de dulces. Pero fue hasta los 10 años que nacería la idea de crear Ry´s Ruffery, una empresa que llegó a tener ganancias hasta por seis cifras.

¿Qué hizo? Todo comenzó cuando Ryan y su familia decidieron adoptar a Barkley. Emocionado por su nuevo amigo, fueron a comprarle “premios para perro”, es decir, las clásicas golosinas para mascotas, pero al abrir el paquete, éste desprendía un olor muy fuerte, tanto que el mismo Barkley salió huyendo. Esta fue la razón por la que Ryan decidió crear su propia “galleta para perros”, por lo que investigó con veterinarios y comenzó a experimentar con ingredientes saludables, preparándolos en la cocina de su casa. Primero las probó con Barkley, quien las devoró al instante. Gracias a esto, su negocio creció tanto que sus ganancias pasaron de 800 dólares hasta ganar miles de ellos.

 

Es importante que sepas que el dinero no surge mágicamente, sino que se obtiene por medio del trabajo, pero qué mejor si utilizas tus talentos, gustos y habilidades para obtenerlo. Recuerda que para emprender no hay edad y si te llegas a equivocar, solo te queda aprender del error y seguir trabajando.

 

Descarga el pdf de este artículo, da clic aquí