Edith Esquivel Eguiguren

 

“Las deudas son como los medicamentos: hay que leer bien las etiquetas.”

Edith Esquivel Eguiguren es maestra en Ciencias Políticas y Sociales por el CIDHEM (hoy Colegio de Morelos) y maestra en Administración Pública por la Université de Bretagne Occidentale, de Francia. Autora del blog “De finanzas y otros demonios” en la sección: Dinero en Imagen, del periódico Excélsior.

En entrevista para Proteja su Dinero, la también columnista experta en finanzas nos orienta sobre qué hacer y qué no hacer ante una crisis o emergencia financiera y cómo salir de ella.

Nos explica que para hacer frente a una situación de esta naturaleza lo primero que debemos hacer es un recuento de los recursos con los que contamos: humanos (amistades y familiares en los que podrías apoyarte, contactos, clientes), financieros (pensiones, seguros, inversiones, ahorros, propiedades, negocios, empleo), internos (habilidades, idiomas, certificaciones, resiliencia, experiencia) y otros importantes como tiempo disponible, salud, etc. Con lista en mano podrás detectar posibles fuentes de ingresos.

También, agrega, debes registrar detalladamente tus ingresos y gastos. Una vez que sepas el total de lo que ganas y en qué lo gastas sabrás exactamente cuánto dinero te falta y ahí podrías comenzar a recortar gastos evitables.

 

¿Solicitar un crédito es buena idea para salir de una emergencia?
Las deudas nunca son buena idea, pero a veces son inevitables. Si es el caso, tienes que buscar aquellas que tengan el CAT (Costo Anual Total) más bajo. Las deudas son como los medicamentos: hay que leer las etiquetas y ver qué contienen, o puedes terminar muy mal.

Si se tiene una o más tarjetas de crédito, ¿cómo manejarlas en una crisis financiera?
Aunque las tarjetas de crédito son muy prácticas, el dinero que te prestan es de los más caros. Tienen intereses altísimos y entre más difíciles sean los tiempos, menos seguros estamos de poder pagar a tiempo. Si ya tenemos deudas, lo que debemos hacer es consolidarlas y hacer un plan de pagos. Pero si aún no se contraen, lo mejor es hacer como que no existiese la tarjeta de crédito.

Ante una reducción de salario o pérdida de empleo, ¿qué se debería de hacer?
Echar mano de la lista de recursos para idear nuevas fuentes de ingresos y acompañarla de una reducción sustancial de los gastos.
Casi todas las personas gastan más entre más ganan, y es muy difícil reducir un nivel de gasto al que ya nos hemos acostumbrado. Las crisis pueden ser una oportunidad de oro porque nos obliga a reducir gastos y a reflexionar sobre lo que en verdad necesitamos para tener bienestar. La clave es mantener los gastos bajos aunque ya haya pasado la tormenta, pues solamente así podremos tener un excedente para comenzar a ahorrar e invertir.

¿Qué gastos consideras que se deben de eliminar durante este tipo de eventualidades?
La respuesta fácil que suelen dar los expertos se enfoca en el gasto hormiga, pero yo creo que para tener finanzas sanas hay que cambiar de mentalidad con respecto a los gastos de más impacto, por ejemplo: la casa propia, la escuela privada, los seguros excesivos y el automóvil último modelo. Nos han educado para creer que porque algo es bueno siempre conviene tenerlo, pero en realidad lo que conviene es no preocuparse por dinero, y esto se logra liberándose de deudas y teniendo ahorros para enfrentar los problemas de la vida.

¿Existe algún seguro que ayude a las personas a enfrentar una emergencia financiera?
Tus circunstancias personales dictarán qué seguros requieres. Por ejemplo, si tienes una buena cantidad ahorrada, no tiene sentido contratar un seguro de desempleo, pero si apenas empiezas a ahorrar, lo conveniente es tener un seguro médico y uno vehicular de daños a terceros. Si tienes dependientes económicos, un seguro de vida es también buena idea.

¿Recomiendas armar un fondo de ahorro que nos ayude a salir de una emergencia?
Los fondos de ahorro son absolutamente necesarios, no opcionales. Siempre hay que esperar lo mejor, pero también estar preparados para lo peor, como: la pérdida del empleo, un accidente automovilístico, una enfermedad, una reparación costosa, un gasto legal repentino, etc.
En mi opinión, hay que tener el equivalente a mínimo un mes de gastos en efectivo o en una cuenta a la vista, y entre tres y seis meses de gastos en una inversión con disponibilidad inmediata, como BONDDIA de Cetes Directo.

Descarga el pdf de este artículo, da clic aquí