Pon a trabajar tus prestaciones

 

Ahorra, paga, invierte…

Las prestaciones laborales bien utilizadas pueden ser oportunidades económicas para ahorrar, incrementar tu patrimonio a través de la inversión o para hacer frente a las deudas, recuerda que aparte de tu sueldo, la empresa o patrón tiene la obligación de proporcionarte las establecidas en la Ley Federal del Trabajo.

A continuación te damos a conocer algunas de las prestaciones a las que puedes sacarle provecho y utilizarlas para dar un respiro a tu cartera.

 

1 Aguinaldo: es una prestación que se debe pagar en diciembre. Ya sea el equivalente a 15 días de salario mínimo o la parte proporcional del tiempo que trabajaste durante el año.

 

2 Vacaciones y prima vacacional: las y los trabajadores pueden tomar 6 días vacacionales que irán aumentando hasta llegar a 12, pero a partir del quinto año el aumento será de 2 días por cada 5 años. La prima vacacional, es una prestación que te permite contar con un ingreso extra para que disfrutes tus vacaciones.

 

3 Prima de antigüedad: en caso de que sumes 15 años o más de antigüedad y decidas terminar la relación laboral de forma voluntaria, tienes derecho a recibir un pago adicional de 12 días de salario por cada año que hayas trabajado.

 

4 Prestaciones derivadas por renuncia: tienes derecho a recibir el salario correspondiente de los días laborados, la parte proporcional de aguinaldo, primas, de utilidades adeudadas y prima de antigüedad.

 

5 Prestaciones que se generan por despido injustificado: en este caso tienes derecho a recibir una indemnización constitucional que consiste en tres meses de salario integrado, aguinaldo, vacaciones, prima vacacional, utilidades, prima de antigüedad (si es aplicable) y salarios vencidos.

 

6 Participación de utilidades: es un derecho que tienen todas las personas trabajadoras y consiste en recibir parte de las ganancias que obtuvo su patrón el año anterior por las actividades o servicios que ofrece. Se paga durante los meses de abril a junio.

 

Existen otras prestaciones que aunque no son obligatorias por ley, muchas empresas o instituciones las otorgan a sus personas trabajadoras, entre ellas, el fondo de ahorro y la caja de ahorro.

  •  El fondo de ahorro es una gratificación en donde se guarda una cantidad mínima del sueldo más las aportaciones de la empresa. Es decir, se descuenta de tu salario mes a mes una parte y la otra la pone el patrón para ahorrar una cantidad de forma anual.
  • La caja de ahorro se crea con las aportaciones voluntarias de la persona trabajadora. Este dinero se obtiene mediante descuentos periódicos al salario. Y aunque es opcional, muchas empresas ponen como requisito la participación en la caja de ahorro para otorgar préstamos personales.

 

Todas estas prestaciones son dinero que quizá no lo tengas contemplado para apoyar a tus finanzas personales, por lo que te recomendamos:

Ahorrar: Con una parte de las prestaciones que recibas puedes crear un fondo de ahorro para enfrentar futuras emergencias. Para ello es importante crear un presupuesto de tus gastos y una vez cubiertos, apartar un porcentaje de lo que hayas recibido.
Pagar: Nuestra segunda recomendación es hacer uso de las prestaciones para liquidar o pagar parte de tus deudas. Recuerda comenzar por aquellas que te generen un interés mayor o te cobren las comisiones más altas. De esta manera, si adeudas dos tarjetas de crédito, posiblemente podrás liquidar una de ellas y así darle una tregua a tu bolsillo por un tiempo.

Si tu adeudo es muy grande, te recomendamos hacer uso del aguinaldo a final de año o del reparto de utilidades, puesto que estas dos por lo regular son buenas cantidades.

Invertir: Puedes invertir una parte de tu aguinaldo para hacer crecer tu patrimonio, considera hacerlo en mecanismo de bajo riesgo como los Certificados de la Tesorería (CETES). Otro mecanismo de inversión que también puedes considerar son las aportaciones voluntarias para tu cuenta individual para el retiro, lo agradecerás cuando llegue el momento.