¿Primer empleo?

Cinco consejos para triunfar en tu camino financiero.

Antes de comenzar la etapa adulta las y los jóvenes tienen la ilusión de conseguir un empleo que les permita cumplir varios sueños y comprar, entre otros, un celular de última generación, ropa, videojuegos, o darse cualquier otro gusto. El trabajo es el primer paso para tener nuestro propio dinero, pero al mismo tiempo la responsabilidad de saber administrarlo.

Te has preguntado, ¿qué podrías hacer con el sueldo de tu primer empleo?, ¿gastarías siempre todo en compras? En esta ocasión te diremos cuál es la mejor manera de que tus bolsillos estén seguros.

Se tiene la idea de que cuando se es joven no existe alguna responsabilidad económica fuerte, es decir, que no debemos preocuparnos demasiado por la renta, las colegiaturas o los pagos de servicios (agua, luz, teléfono) por lo que pensamos que el dinero que ganamos es solo para gastarlo.

Que este no sea tu caso. ¡No te apresures!

Primeros pasos…

Ya tienes ese empleo que querías ¡Es tiempo de pensar en tus bolsillos! Así que pon atención, al tener ese primer ingreso es momento de que adoptes el hábito de realizar un presupuesto, éste te servirá para darle un buen uso al dinero que recibes, ya sea semanal, quincenal o mensualmente.

¿Cómo hacerlo?

Realizar un presupuesto es muy sencillo. Lo primero que tienes que hacer es sumar todos tus ingresos, a esa cantidad resta todos tus gastos. El resultado de esta resta es la capacidad que tienes de ahorrar o de pagar en caso de adquirir un crédito.

A continuación, te daremos algunos consejos para aprovechar al máximo tus primeros sueldos.

1Identifica gastos y necesidades.
Antes que todo, debes identificar lo que en verdad te hace falta, algo que te sea necesario. Desde luego que la vestimenta es una parte importante, sin embargo, comprar esos tenis o accesorios de moda pueden darle un duro golpe a tu bolsillo.

En este paso te será de gran utilidad el presupuesto. La cuestión de gastos puede ser muy sencilla, ya que no se tendrán demasiados al principio a menos que te comprometas con tarjetas. No te apresures y mejor utiliza ese dinero en algún gasto académico o personal que te ayude en el futuro.

2 Comienza con el ahorro.
Este es uno de los hábitos más difíciles de lograr para las y los mexicanos, ya que no se adquiere desde una edad temprana. Sin embargo, nunca es tarde para empezar. Una vez que identifiques a dónde vas a destinar sueldo y el porcentaje que puedes guardar, habrás comenzado y de ser constante te ayudará a tener cuentas sanas. Recuerda guardar tu ahorro en algún instrumento que te genere un rendimiento y no en cualquier lugar de tu casa.

3 Plantéate metas.
Siempre te preguntarán cuáles son tus metas, ya sean profesionales, académicas, personales o financieras. Esas metas son cuantificables, es decir, tienen un periodo de tiempo para ser cumplidas y ese plazo puede ser en corto, mediano o largo plazo. Entre las metas más usuales se encuentra: pagarte otra carrera, viajar, comprar un automóvil, comenzar tu cuenta de ahorro, dar el enganche de una casa, etc.

4 Ve a lo seguro.
La prevención es algo que puede salvarte de un problema mayor, nadie sabe cuándo puede surgir un imprevisto ni tampoco pensar que nunca le sucederá. Tal vez no cuentas con un gran patrimonio porque aún no alcanzas una edad adulta, pero puedes comenzar por asegurarte a ti mismo, con un seguro de gastos médicos, que es más barato entre más joven seas.

5 ¿Hora de una tarjeta de crédito?
Uno de los productos financieros que más se ofrecen en México son las tarjetas de crédito y al conseguir un empleo se piensa que ya es momento de adquirir una, ¿Será la decisión correcta? No es malo pensar en tramitar alguna, pero debes tener en cuenta lo siguiente:

• El dinero de esa tarjeta no es tuyo, y tendrás que pagarle al banco cada mes.

• Al ser la primera tarjeta es mejor comenzar con un límite de crédito bajo y aumentarlo conforme se tengan mejores ingresos.

• No la utilices para productos que duren poco tiempo, ya que terminarás pagando más de lo que vale.

• Inicia con una tarjeta de débito para familiarizarte con el producto y no sufrir con los intereses.

• Conoce las fechas de corte y pago de la tarjeta.

• Otra opción es que comiences con una tarjeta sin anualidad, pero procura pagar la cantidad total para no generar intereses.

Recuerda que empezar un buen historial crediticio te permite acceder a mejores oportunidades con bancos o cualquier institución financiera regulada.

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