El uso del efectivo en tiempos de pandemia

¿Qué tanto usó México billetes y monedas para pagar?

Todo lo que hace el Banco de México gira en torno al dinero, un objeto fundamental pues con él las personas puedan realizar pagos, tanto en efectivo como en otros medios. Los billetes y las monedas han sido la forma de pago más usada en México, desde su independencia.

Otros medios han cobrado relevancia en los últimos años, como son las tarjetas bancarias y las transferencias electrónicas, el uso de cualquier medio de pago depende de factores estructurales y coyunturales, por ejemplo: una pandemia, un huracán o un conflicto bélico pueden modificar súbitamente el uso del efectivo.

¿Cuánto aumentó la demanda del efectivo?

En nuestro país, antes de la pandemia por COVID-19, el uso del efectivo como medio de pago había permanecido en un nivel sumamente alto y prácticamente sin cambios. Lo que tomó por sorpresa a todas las personas fue que, durante el gran confinamiento se empezó a observar un aumento de la demanda de efectivo a nivel mundial.

Dicho aumento resultó cuatro veces mayor a lo que se había registrado en el periodo de 2014-2019.1 En México, de igual manera, solo entre 2019 y 2020, el valor de la circulación del efectivo se incrementó de 7% a 9% del Producto Interno Bruto (PIB).

Contrariamente a la elevación del circulante a niveles récords, se pensaba que se abatiría la demanda del efectivo, por el temor inicial de que las monedas y los billetes pudieran ser foco de infección.2 La posible explicación de ese fenómeno fue que las personas consideraran al efectivo como medio más seguro para lidiar con la incertidumbre.

En ese sentido, los hogares tuvieron que disminuir su gasto ante la disminución de ingresos por el cierre de actividades y la puesta en marcha de medidas de sana distancia. En particular, las personas de bajos ingresos no solo recortaron sus gastos, sino también incrementaron sus activos líquidos, siendo el más líquido de ellos el efectivo.3

Adicionalmente, una menor actividad económica se traduce en una menor necesidad de efectivo para pagar. Si bien, el pago con tarjetas bancarias también decayó, lo hizo en una menor proporción y se ha estado recuperando mucho más rápido, debido a la reapertura de negocios. Esto sugiere que la pandemia ha tenido un efecto mucho más duradero en el efectivo que en otros medios de pago.

¿Qué sigue a futuro?

En resumen, antes de la pandemia, el uso del efectivo, como medio de pago en México, fue altamente intensivo y esa tendencia no sufrió cambios, tal y como lo señalan las encuestas sobre medios de pago levantadas por Banco de México. Sin embargo, el circulante como proporción del PIB sí ha aumentado sustancialmente. Al parecer, la pandemia ha acentuado la tendencia hacia un mayor circulante y ha bajado, por primera vez, el uso de efectivo como medio de pago.

Esto significa que, si la población ya no usa, con tanta frecuencia, el efectivo como medio de pago como solía hacerlo en el pasado, la explicación debe radicar entonces en que lo debe estar usando todavía más para ahorrar respecto al pasado, es decir, como depósito de valor.

No obstante, la demanda futura de efectivo es incierta. No basta que el consumo alcance los niveles anteriores a los de la pandemia, porque no sabemos si esta modificó nuestros hábitos de pago de manera permanente. Según el INEGI, casi 50% de las empresas mexicanas planean adoptar como medida permanentemente las ventas por internet.4

En un entorno de sistemas de pagos cambiantes, lo importante es mantener siempre apertura respecto al medio de pago que elija la población para sus transacciones, ya sean digitales o físicas. Banco de México, es el responsable de asegurar un buen funcionamiento de los sistemas de pagos, considerando por supuesto dentro de ellos al efectivo, debe facilitar permanentemente a sus usuarios, un abanico de alternativas de pago baratas, seguras y rápidas, para que cada uno use la que más les convenga.

https://revista.condusef.gob.mx/wp-content/uploads/2021/08/dinero_257.pdf