Plan de contingencia financiera

Prepárate para esos eventos inesperados.

Para nadie es una mentira que en la actualidad estamos expuestos a pandemias, terremotos, inundaciones o incendios, de ahí que es de vital importancia estar preparado para enfrentar una situación de emergencia y evitar un desajuste en nuestras finanzas.

Hacer tu presupuesto, contar con un fondo de ahorro y contratar un seguro, son sólo algunas de las acciones que puedes llevar a cabo para que tus planes o metas no se vean afectados. Te mostramos cómo puedes prepararte para los eventos inesperados.

1 Haz tu presupuesto.

Recuerda que para realizar un presupuesto solo tienes que hacer lo siguiente:

1 Identifica todos tus ingresos, es decir, cuánto recibes de salario o pensión, si eres retirado o si tienes algún negocio, considera tus ganancias; súmalos.

2 Identifica tus gastos mensuales y anótalos. Organízalos en grandes categorías, como: alimentación, vivienda, salud, educación, transporte, diversión, etc.

3 A la suma de tus ingresos, réstale tus gastos, lo que vas a obtener es tu balance, o capacidad de ahorro, crédito o inversión.

Considera:

1 Si tus ingresos y gastos son iguales, tus finanzas están equilibradas; sin embargo, toma en cuenta que puedes esforzarte por ahorrar un poco y con ello tendrás los recursos necesarios para enfrentar cualquier imprevisto.

2 Si eres de los que sus ingresos son mayores a sus gastos, estás en el escenario ideal, aprovecha esos recursos adicionales y crea un patrimonio.

3 Si por el contrario gastas más de lo que ganas, estás en problemas y seguramente necesitas pedir prestado para cubrir tus gastos mensuales.
Siempre que hagas tu presupuesto considera el ahorro y el pago de tus deudas como dos categorías fijas, esto te permitirá liquidarlas con mayor rapidez y no volver a endeudarte. Recuerda que, si tus finanzas están equilibradas puedes hacer frente a cualquier imprevisto, además tienes la oportunidad de ahorrar y lograr tus metas.

2 Crea tu fondo de emergencia.

El ahorro es una herramienta que te permite estar prevenido para el futuro. Establecer un fondo de emergencias es un respaldo financiero, y para lograrlo se sugiere incluirlo en el presupuesto como una aportación fija. Ten presente que debes poder acceder a ese fondo en el momento en que lo necesites.

El primer paso es calcular los gastos fijos que tienes en el mes. Enfócate en los gastos básicos como alimentación, recibos (luz, teléfono), renta, gasolina, colegiaturas… súmalos y deja fuera todos los gastos que no son tan necesarios como: comidas en la calle, juegos o salidas, entre otros.

Así sabrás la cantidad que necesitas mensualmente para vivir, y con el restante deberás armar tu fondo para emergencias, ya que este se calcula en función de tus gastos, no de tus ingresos.

No existe un consenso acerca de la cantidad que debes guardar en tu fondo para emergencias, pero la recomendación es cubrir al año, un monto equivalente de tres a seis meses de tus gastos. La idea es que sea suficiente para que te puedas sentir tranquilo en caso de un imprevisto.

Es fundamental que después de una emergencia, intentes recuperar el dinero del ahorro lo más pronto posible. No utilices ese dinero como una caja chica, una emergencia no es aprovechar una oferta o tomar unas vacaciones.

3 Adquiere un seguro.

Toma en cuenta que los fondos de emergencia son para cubrir determinados gastos ante un imprevisto, por ejemplo, quedarse sin empleo.

Para cubrir los gastos en un accidente, una enfermedad, una inundación, un terremoto, un incendio, o en caso de que fallezcas, lo ideal es contratar un seguro.

Se cree que los seguros son un gasto, pero en realidad son una inversión que te permite evitar afectaciones económicas severas, derivadas de eventos desafortunados o imprevistos y algunos ejemplos de lo que puedes asegurar son: la vida, tu casa, tu salud, la educación de tus hijos, tu auto, tu negocio, gastos funerarios, entre otros.

Si vas a contratar un seguro busca el que mejor se ajuste a tus necesidades y bolsillo. Lo importante es que siempre cuentes con una protección en caso de presentarse un evento desfavorable.

Antes de elegir un seguro te recomendamos:

  1. Identificar los posibles riesgos a los que están expuestos tú, tu familia y tu patrimonio.
  2. Antes de contratar alguno analiza diferentes opciones en diversas Instituciones Financieras, recuerda no sólo comparar el costo, también los beneficios.
  3. Es importante que al llenar la solicitud, tengas cuidado de no falsear ningún dato, ya que éste puede ser motivo de cancelación de la póliza.
  4. Lee cuidadosamente las condiciones generales, no te quedes con dudas y recuerda verificar que la aseguradora y el agente de seguros con el que vas a contratar estén debidamente autorizados.
  5. No olvides consultar el Buró de Entidades Financieras (BEF), éste te proporciona un panorama del desempeño de la institución de tu interés.

Recuerda:
• Haz un presupuesto mensual.

• Aprende a distinguir entre tus necesidades y deseos.

• Establece metas para tu ahorro: divídelas en corto, mediano y largo plazo.

• Antes de depositar tu dinero en alguna institución, verifica que esté debidamente autorizada y regulada por las autoridades. ¡Consulta el SIPRES y el BEF!

• Compara y elige la Institución Financiera que te ofrezca los mayores beneficios.

https://revista.condusef.gob.mx/wp-content/uploads/2021/10/259_plan.pdf