Salario emocional y home office

¿Qué tan bueno es para tu cartera?

De acuerdo con la consultoría Price Waterhouse Cooper (PWC), el salario emocional es una compensación que otorga una empresa para atender las necesidades psicológicas, sociales y afectivas de las personas trabajadoras como complemento al pago económico que recibe por su trabajo.
¿Quieres saber que más incluye el salario emocional y cuáles son las prestaciones mejor valoradas por cada generación de acuerdo a su edad? ¡Aquí te lo decimos!


¿Por qué es importante el salario emocional?

El salario emocional es un término de reciente creación que ha tomado fuerza y relevancia dentro del ámbito profesional debido, en gran parte, a la rotación de personal que algunas empresas llevan a cabo.
Negociosyempresa.com menciona que fue en Silicon Valley, en San Francisco, California; sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología, donde se originó esta práctica de recursos humanos.
En este lugar, los perfiles altamente especializados llegan a escasear por la gran demanda de las empresas dedicadas al desarrollo de tecnología, sobre todo de las más pequeñas, las cuales se ven en aprietos al competir financieramente con gigantes corporativos como Apple, Facebook, Google, etc.

Por ello, al no poder igualar los altos salarios que pagan estas compañías buscaron nuevas formas de remunerar y retener a sus talentos, lo que originó el salario emocional.

¿La empresa también gana?

Algunos expertos en el tema mencionan que el lugar de trabajo es en realidad quien se favorece de manera directa y en mayor proporción, pues uno de los principales beneficios es la atracción de talento especializado, además de incentivar la competitividad entre sus candidatas y candidatos e incluso, entre el personal activo.

Otro punto a favor para las empresas que promueven el salario emocional es que presentan menores índices de ausentismo laboral y mayor compromiso, o como ellos dicen, “sus trabajadores sí se ponen la camiseta”.

Pero, y las personas empleadas, ¿cómo se benefician?

Negocios y empresas.com hace hincapié en que de acuerdo con el tipo de salario emocional que ofrezcan las empresas a las y los empleados, estos se sentirán más cómodos. Algunos ejemplos de salario emocional y cómo se benefician las personas empleadas son los siguientes:

  1. Home Office: es el más claro ejemplo de salario emocional, el cual, en 2020 y en este 2021 registró un crecimiento por el cierre de empresas derivado de la pandemia de COVID-19, lo que ha traído beneficios para la persona empleada:

• En el plano financiero, al tener un menor desembolso en transporte, comidas, snacks, botanas, un café en la mañana y otros gastos hormiga, permite el hábito del ahorro, una mejor alimentación, más tiempo libre en familia y una mejor calidad de vida.

• Si es tu caso, abre una cuenta de ahorro en alguna institución financiera autorizada y destina lo que gastarías semanal, quincenal o mensualmente, los resultados económicos te sorprenderán.

La mayoría de las consultorías laborales recomiendan que después de la pandemia, las organizaciones (tanto privadas como gubernamentales) deberían considerar incluir en su jornada laboral algunos días de home office (en los puestos o labores que lo permitan), pues quedó completamente demostrado que la productividad de las y los empleados no se vio disminuida si se encontraban en casa y no en oficina.

  1. Flexibilidad horaria o trabajo por metas: una práctica relativamente fácil de implementar y que genera poco o nada de costo para las empresas, que junto con el home office aseguran que las personas empleadas trabajen bajo esquemas de metas y objetivos más que de horas por cumplir.
  2. Desarrollo profesional y escalabilidad laboral: es tal vez uno de los ejemplos más complicados de cumplir pero que sin duda, puede traer muchos beneficios directos para la empresa.

Las y los directivos o jefes, así como el área de recursos humanos deben empezar a tomar en serio a las personas con mejores aptitudes y actitudes para los ascensos antes de ponderar a aquellas que llevan más tiempo o que no han demostrado ningún logro sobresaliente dentro de la organización, los cuales, en muchos casos son quienes terminan ascendiendo, desmotivando a las y los colaboradores más valiosos.

  1. Cursos, talleres y capacitaciones: los hay baratos y eficientes. Dejar completamente de lado un presupuesto para capacitar al personal es la peor idea, pues mientras ellas y ellos se estancan en conocimientos, la empresa también se estanca en competitividad.
  2. Estilo de vida saludable: aunque a veces no es posible para todas, las empresas más competitivas suelen ofrecer una mesa de snacks saludables, espacios para el manejo de estrés, contar con un área deportiva para las y los empleados o pagar las membresías de sus gimnasios. ¿No suenan geniales estas prestaciones laborales?
  3. Reconocimiento personal: A veces un simple “gracias y felicidades por tu trabajo, es muy bueno” (cuando en realidad lo amerite) ayuda y levanta el ánimo de cualquier persona trabajadora.

Ahora bien, según tu edad, ¿qué prestaciones son las que más valorarías?

De acuerdo con la revista Alto Nivel y Factorial RH, la percepción del salario emocional cambia en cada generación y sus preferencias son las siguientes:

Baby Boomers (nacidos antes de 1970)
• Beneficios a la salud (plan de gastos médicos mayores o menores).
• Seguros y planes de jubilación.
• Reconocimiento a su experiencia.

Generación X (nacidos entres los 1970 y 1980)
• Respeto de su tiempo libre.
• Balance entre su trabajo y familia.
• Home Office.
• Cursos y capacitaciones.
• Desarrollo Profesional.

Millennials y centennials
(nacidos a finales de 1980 en adelante)
• Movilidad laboral.
• Vida saludable dentro de la empresa.
• Espacios recreativos y antiestrés.
• Tiempo para proyectos personales.
• Reconocimientos personal.
• Escalabilidad laboral.

https://revista.condusef.gob.mx/wp-content/uploads/2021/04/254_Office.pdf