¿Cómo sanar tu bolsillo?

Optimiza tus recursos.

En un mundo cada vez más desafiante desde el punto de vista económico, contar con las habilidades para garantizar una estabilidad financiera a lo largo de la vida es fundamental para evitar ciertas condiciones que puedan perjudicar nuestra salud física o mental, como lo es el estrés financiero.

Una de las herramientas que tenemos para lograr lo anterior es la optimización de los recursos, es decir, encontrar el equilibrio adecuado entre el ahorro, la inversión y salud financiera. Por ello, a continuación, exploraremos cómo estos elementos pueden combinarse efectivamente para beneficiar tu bolsillo.

Primer paso: Salud Financiera.

Antes de adentrarnos al tema de inversión y ahorro, es primordial tener una noción clara de tu situación financiera actual. Para ello necesitas evaluar tus ingresos, gastos y deudas. Crear un presupuesto detallado te permitirá identificar áreas de mejora y establecer metas financieras que puedes lograr.

En una hoja empieza por anotar todos tus ingresos mensuales; como es tu sueldo, entradas por ventas, vales, incentivos, comisiones, etc. Después, escribe tus gastos. Primero los necesarios, como: luz, renta, teléfono, comida, transporte y luego ve cuánto vas a ahorrar cada mes o quincena. Si algo te queda, será para darte algunos pequeños gustos.

Segundo paso: Contar con el hábito del ahorro.

Esto es fundamental para asegurar una salud financiera sólida. Implica destinar una parte de tus ingresos de manera regular hacia un fondo de ahorro. Esta reserva no solo actúa como un salvavidas en caso de emergencias financieras como: gastos médicos inesperados, reparaciones del hogar o la pérdida repentina de tu empleo; también te da la capacidad de alcanzar tus objetivos financieros a corto, mediano y largo plazo.

Otros beneficios de tener un fondo de ahorro es que te permite trabajar en tu patrimonio, puedes utilizarlo para la compra de una casa, financiar la educación de tus hijas e hijos, etc.

No se trata simplemente de guardar dinero, también es importante gestionarlo. Buscar opciones de ahorro que te ofrezcan un rendimiento adecuado, como son las cuentas de ahorro con intereses o inversiones a largo plazo, puede ayudarte a hacer crecer tu dinero.

Ahora bien, si eres de los que piensa que tus ingresos no son suficientes para crear un fondo de ahorro, te equivocas. Es importante que sepas que no se trata de un problema de ingresos, sino de administración. ¿Conoces los gastos hormiga? Son aquellas compras que realizas de manera regular y que, sin darte cuenta, al juntarlas suman un gran desembolso de dinero que bien podría servirte para el ahorro.

Para eliminar por completo estos gastos, toma en cuenta lo siguiente:

  • Realiza un presupuesto mensual de tus ingresos y gastos de manera estricta.
  • No compres cosas por capricho. Antes de gastar, pregúntate si realmente lo necesitas.
  • Buscar alternativas que puedan satisfacer las mismas necesidades pero que sean más económicas puede ser de gran ayuda.

Tercer paso: Invertir.

Una vez que cuentas con un colchón financiero ahorrado, es momento de considerar la inversión. De acuerdo con Invested, existen diversos beneficios al fomentar la inversión en ahorradores. Invertir demuestra que se tiene un interés en el bienestar financiero personal a largo plazo, pues se busca tener un mejor patrimonio, lo que puede mejorar la calidad de vida de las personas.

Invertir implica tomar un cierto riesgo, con la esperanza de obtener un rendimiento que se anticipa sea mayor que el ofrecido por los instrumentos de ahorro tradicionales. La importancia de considerar la inversión en estos tiempos es innegable, especialmente cuando el futuro nos presenta desafíos económicos significativos.

Cuarto paso: Educación Financiera.

Muchos expertos y expertas han mencionado que el conocimiento es poder y más en el mundo de las finanzas. Invertir en tu Educación Financiera es invaluable para tomar decisiones informadas y evitar errores costosos. Además, te permite entender mejor cómo funcionan los mercados y aprovechar oportunidades de inversión o desarrollar estrategias para alcanzar tus metas financieras con éxito.

Quinto paso: Monitoreo continuo.

El panorama financiero es sumamente dinámico y está en constantemente cambio por lo que resulta crucial mantenerse al tanto de tus finanzas para poder adaptarte eficazmente a lo que se presente.

Estar al pendiente de tus finanzas te brinda la capacidad de evaluar regularmente tu situación financiera y hacer ajustes a tu estrategia si es necesario. Por ejemplo, si observas que tus ingresos están disminuyendo o que tus gastos están aumentando, puedes tomar medidas proactivas para equilibrar tu presupuesto y evitar problemas financieros a largo plazo.

Del mismo modo, si detectas oportunidades de inversión o cambios en el mercado que puedan beneficiarte, estar al tanto te permite aprovechar estas situaciones de manera oportuna. Combinar hábitos como el ahorro con una estrategia de inversión diversificada y una comprensión profunda de tu salud financiera, es posible construir un futuro financiero más saludable.

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