La mejor maestra: MAMÁ

¡Quién no recuerda sus frases!

Cuántas veces no has estado en aprietos y en tu cabeza revolotean frases como: “Te lo dije” “Pero ahí vas”; “Lo que digo te entra por una oreja y te sale por la otra”; “Que sea la última vez”, en efecto, son frases típicas de la mejor maestra: mamá.

En este artículo queremos sacar del baúl de los recuerdos algunas de esas expresiones que marcaron tu vida y que seguramente las aprendiste para hacer lo propio con tus hijos.

Frases que en su momento sonaban a regaño, pero con el paso de los años las reflexionas y te das cuenta que todas ellas eran una verdadera enseñanza.

A estas frases típicas de mamá les hemos añadido algunas líneas relacionadas con las finanzas personales, mismas que sin duda, de haber sido originalmente en este sentido, nos habrían convertido en expertos para administrar nuestro dinero, planear nuestras deudas y controlar nuestros gastos. ¿Quieres comprobarlo?

 

“¿Crees que soy banco?”

Recuerdas que mamá no siempre te compraba todo lo que querías o no te daba el dinero le pedías, ¿sabes por qué? Porque tú mamá sabía cuánto podía gastar y en qué cosas debía hacerlo. Llevar un presupuesto te permite controlar inteligentemente tus gastos y tener prioridades financieras.

 

“Esta casa no es restaurante”

Tal vez esa frase suena más a regaño que a un consejo de finanzas, pero complacer los gustos de cada integrante de la familia, como cuando vas a un restaurante y cada uno pide lo que se le antoja, además de ser una tarea complicada se convertiría en un gasto excesivo.

 

“¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?”

Esta frase es sin duda una expresión contundente cuando no entiendes a la primera. En materia de finanzas personales tienes que evitar los gastos fuera de control. Presupuesta y ahorra. Si no tienes un presupuesto no sabrás qué haces con lo que ganas y si no ahorras no podrás cumplir tus objetivos y metas.

 

“Es el ejemplo que le das a tus hermanos”

Frase típica de mamá cuando hacías todo lo contrario para ser el buen ejemplo a seguir de tus hermanos. No malgastes tu dinero. Ten en cuenta el trabajo que te cuesta ganarlo, valóralo y dale un buen uso. Quienes están cerca de ti seguirán tu ejemplo.

 

“Te lo dije”

No había nada peor que tu mamá te hiciera ver un error luego de mil advertencias a tiempo. Usa el crédito con moderación y sólo para casos en los que incrementes tu patrimonio o adquieras bienes de larga duración. Si no ahorras y te endeudas tus finanzas saldrán de control.

 

“Ya tendrás hijos…”

Casi siempre el dicho era porque no hacías caso a sus consejos e incluso los rebatías. Piensa el futuro y cómo harás para tener estabilidad económica. Comienza a prestarle atención a tu cuenta para el retiro, y haz aportaciones voluntarias a la misma para incrementarla.

 

“Mientras vivas en esta casa se hace lo que yo digo”

Aunque podamos creer que es autoritaria, en ella hay una gran verdad: en el caso del hogar, generalmente quienes lo administran son las mamás y nadie mejor que ellas para saber cómo se distribuye el presupuesto, te parezca o no. Si lo piensas bien era muy válido que te dijera que cuando tuvieras tu propia casa, tú pondrías las reglas.

 

“¿Crees que me regalan la comida?”

Seguramente muchas veces te dijo… “y te acabas todo lo que hay en el plato”, “¿crees que me regalan la comida?” y es que una frase más cierta que esta no hay. Las mamás intentan que sus hijos, además de alimentarse correctamente, entiendan que la comida cuesta dinero, por eso se debe cuidar y aprovechar al máximo.

 

“Tápate que te vas a enfermar”

Como mamá, sabía que era preferible insistir en que te pusieras un suéter o una chamarra cuando hacía frío o llovía, pues era a manera de prevención para evitar los gastos en doctores y medicinas. Considera contratar un seguro que te permita proteger a tu familia y a ti ante imprevistos.

 

Según datos del INEGI, 26.4% de los hogares tienen como jefa de familia a una mujer, de las cuales su tasa de participación económica es 53.4%.

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