Las y los jóvenes frente a gasto hormiga

Conoce el método Kakebo.

¿Quién no tiene una amiga o un amigo en la universidad, que a pesar de trabajar y contar con el apoyo de su familia, siempre se queja de no tener dinero? Casi todos, y es porque gastan en cosas que no necesitan, ¿y cuáles son las consecuencias?, carencia y lamentos. Sí, ¡suele pasar!

Muchas personas jóvenes pueden identificarse en menor o mayor medida con esta historia. Dicho lo anterior, permíteme hacerte las siguientes preguntas: ¿Tú con frecuencia gastas en ropa, bisutería, joyas, accesorios o complementos estéticos porque no puedes evitar estrenar algo?
¿Diario pasas por tu café de 80 pesos en alguna franquicia de moda? ¿Tienes varias suscripciones de streaming aunque ni siquiera te dé tiempo de prender la televisión?

Si respondiste que “sí” a alguna de las preguntas anteriores, te diriges con velocidad al colapso financiero, déjanos explicarte…

Dentro de lo que conocemos como Educación Financiera, es decir, todos esos conocimientos y habilidades que nos permiten administrar mejor nuestros recursos, hacer que nuestros ingresos aumenten y que nos proporciona herramientas para proteger nuestro patrimonio, existe un concepto muy importante a memorizar: “Gastos Hormiga”.

¿Por qué gastos hormiga?

Bueno, imagina que te enfrentas a una hormiga, la más peligrosa del mundo, la Myrmecia Gulosa u hormiga toro australiana, una especie que llega a medir hasta tres centímetros y cuyo veneno produce mucho dolor. No obstante su tamaño, no es rival para ti, basta con un golpecito para alejar al animalito; pero ahora, imagina enfrentarte a cien de ellas… ¡Podrían llegar a ser letales! Lo mismo sucede con tus gastos.

Comprar un café en la calle una vez cada dos o tres meses puede no ser tan grave para tus finanzas como comprarse un café diario durante un mes. Los gastos hormiga son precisamente esas compras que no están planificadas y que no son tan importantes, tales como:
• El café de las mañanas.
• Golosinas, botanas, bebidas azucaradas y/o alcohólicas.
• Propinas.
• Comidas fuera de casa.


Podemos dividir estos gastos en dos grandes categorías:

a) La compra de un producto o servicio de manera espontánea, sin pensar en su costo ni el uso que le daremos. Esta categoría es muy popular entre personas jóvenes que gozan de ir a plazas comerciales con una sola idea: gastar. No importa qué tan limitados sean sus recursos en ese momento.
b) La compra de un producto o servicio que pasa a formar parte de nuestra rutina diaria. En esta sobresalen las adicciones. Hasta la más ridícula de ellas puede derivar en un daño permanente para tu bolsillo.
Coleccionar, es una de las mil maneras de perder dinero. El coleccionismo, además de ser considerada una adicción financieramente insana, también puede ser síntoma de un problema psicológico cuando pasa a la exageración.


¿Qué puedes hacer si tu economía sufre de estas constantes pérdidas?

De acuerdo con vivemásvidas.com, experto en productos de crédito y asesoramiento, las soluciones son muchas y variadas. Un ejemplo es el método Kakebo, o el arte japonés para ahorrar. Se trata de una metodología para tener tus gastos bajo control, gestionar ganancias con mayor libertad, alcanzar tus metas de ahorro, controlar tus ingresos y administrar los recursos que utilizas para vivir.

Los puntos clave del método kakebo son:

• Ingresos: dinero que entra a tu bolsillo mes con mes.
• Gastos fijos: gastos recurrentes que se realizan al mes.
• Ahorro: cantidad de dinero que se desea juntar con un objetivo.
• Cantidad que puedes gastar: si a los ingresos le restamos los gastos fijos, obtenemos la cantidad que puedes gastar mensualmente.

Fácil, ¿no?

Cambiar hábitos, con frecuencia, es difícil, eliminar el apego que sentimos hacia ciertos procesos que hemos establecido en nuestras vidas como si fueran leyes, es duro, pero de ser constantes, las retribuciones son, a largo plazo, enormes.

¿Quieres tomar café en las mañanas?, ¡excelente!, ¡prepárate uno en casa!, así ahorras dinero, cuidas el medio ambiente y todos felices.

Recuerda que menos, es más; es decir, que a menudo, cuando realizan cambios por muy insignificantes que parezcan, comienzan a construir poco a poco y de manera sólida, un futuro financiero exitoso.

https://revista.condusef.gob.mx/wp-content/uploads/2023/08/hormiga_281.pdf