Aprendizaje extramuros
Los niños aprenden sobre finanzas y negocios.
Hoy de cada 10 egresados universitarios, sólo uno trabaja para aquello que estudió. Preocupados por la estadística, Humberto Vergara y Yurima Cruz comenzaron a impartir clases de inteligencia financiera y de negocios a niños y adolescentes de entre 8 y 14 años, porque en su opinión a esa edad se forman hábitos y a niños más pequeños sólo se les podrían dar nociones. Se llama Money Kids, Niños que Emprenden, este nuevo modelo educativo.
En conversación con Humberto Vergara, comparte con nosotros cómo surgió la idea: “hace 13 años, éramos voluntarios de una Organización No Gubernamental (ONG), construíamos casas para personas de bajos recursos, ¡echando pala como dicen!
Con el tiempo, nos dimos cuenta que, si de verdad queríamos hacer algo, debíamos enseñarles a pescar en vez de regalarles el pescado, así comenzamos a explicarles cómo administrar mejor sus recursos y a generar nuevos”, precisa.
“Básicamente eran mujeres quienes asistían a nuestros cursos, con tres o cuatro niños”, así cuenta Humberto cómo fue que llegaron a tener grupos de 40 niños a los cuales comenzaron a hablarles —igual que a sus mamás— de finanzas.
A finales del 2005, los invitan a participar en escuelas y decidieron convertirlo en una iniciativa empresarial (una franquicia): “lo hicimos así para que en las ciudades, los niños que pudieran pagar los cursos, hicieran posible que siguiéramos ayudando a los que menos tienen”. Y así fue como surgió Money Kids. “En las escuelas públicas ofrecemos becas, con base en un estudio socioeconómico, y se les pide un pago simbólico”, aclara.
¿Cómo funciona?
Hay dos modelos:
Actividad extramuros. Los niños asisten por la tarde una hora y media a la semana ¡así como van a clases de danza o karate!
Clase en la escuela. Se adapta al calendario escolar, generalmente es de una hora o 45 minutos a la semana.
¿Qué se logra con estos cursos? Los niños aprenden a ahorrar, a invertir y a emprender. Se trata de planear y diseñar el futuro. Comprenden que las finanzas se construyen, “aprender esto a temprana edad implica un poder increíble”.
En ambos esquemas la formación dura dos años. Preparar a un campeón olímpico lleva tiempo, de la misma forma, desarrollar la inteligencia es todo un proceso, consideran los creadores.
Utilizan juegos y cuentos para explicar los temas de una forma sencilla y con un lenguaje adecuado para los niños. Al respecto, Humberto comenta: “hay que explicar las cosas con manzanas, pero también con melones, con papayas y si se puede con sandías”.
“De pronto los niños te dicen: pediré que me compren la ropa una talla más grande para que me duré más tiempo”, finaliza.
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