¡Sé su héroe! (no el villano)

¿Qué estás haciendo para que tu hijo sea un adulto con éxito en sus finanzas? ¿eres un buen ejemplo para él?

En una encuesta1, 48% aseguró que nadie le enseñó a administrar su dinero; del 52% restante, 49% afirmó que fueron sus padres quienes le instruyeron. ¿Tú qué tipo de papá eres?: 1) de los “barcos” que evitan tocar temas financieros con sus hijos o 2) de los valientes que sí lo hacen.

Resultados de esa misma encuesta demuestran que nadie recibió tal enseñanza de un maestro o un amigo. Así que, no esperes a que en la escuela, tu hijo aprenda todo aquello que a ti no te enseñaron en casa.

Cierto, algunas veces ni tú entiendes por qué se te va el dinero como agua, por qué no puedes juntar un dinerito sin que se te presente una emergencia que merme tu ahorro, por qué pagas y pagas tu tarjeta de crédito y no ves que disminuya tu deuda.

Como padre tienes una gran responsabilidad por delante, pues eres su ejemplo a seguir ¡sé su héroe! Pero, si a quien admira gasta sin control y debe a todo mundo, cuando crezca tu hijo pensará que eso es lo correcto. ¿No quieres eso para él, verdad?nina

Como sabemos cuál será tu respuesta, nos dimos a la tarea de mostrarte 10 errores frecuentes o malos ejemplos que puedes estar dándole a tus hijos en el tema del dinero. ¡No tienes que darle una gran cátedra sobre el tema!, sólo un buen ejemplo y actuar bien.

Evitar el tema

Es común que como padre tengas dudas, miedos, prejuicios (quizá pienses que las finanzas son aburridas o complejas) y no sepas cómo tratar el tema con tu hijo, ¡aguas! no es excusa para que esto se convierta en una especie de tabú familiar. Existen temas complejos como la desigualdad y la escasez, a los que tu hijo tarde o temprano se enfrentará, por ejemplo: al dilema de que no se puede tener todo, porque los recursos con los que contamos son limitados y nuestras necesidades ilimitadas. Enséñale a establecer prioridades. ¡No evadas el tema!, mejor toma nota de la información que te dejamos más adelante.

El colegio le enseña

Hay quienes piensan que la escuela es la encargada de toda la educación de los niños: falso. Es fundamental en el desarrollo integral de tu pequeño, sin embargo, es necesario complementar dicha formación en casa. Hablando de educación financiera, debes intervenir, teniendo en cuenta que no se trata de un tema muy visto en la escuela.

Mensajes incorrectos

Recuerda que los niños son muy perceptivos y captan todo. Si tu hijo ve que siempre que llega la quincena se dan vida de ricos y que al final de ésta andan sufriendo con los gastos, crecerá creyendo que hacer un presupuesto no es importante y que ahorrar es algo muy complicado.

Cuando uses la tarjeta de crédito para pagar, explícale que no es mágica, que es un préstamo que tendrás que pagar con intereses, es decir, tendrás que abonar un poco más de lo que gastaste con ella. También cuando retires dinero del cajero automático, explícale que es tu dinero, que te ganaste con tu trabajo, no es una caja fantástica.

Ten presente que tu hijo está expuesto a diversas fuentes de información, no siempre precisas: la televisión, el internet y hasta sus compañeros de clase. Platicar con él te ayudará a identificar y a corregir algún aspecto negativo en su aprendizaje.

Subestimarlo

Tu hijo es mucho más listo de lo que crees, ¡durante la infancia parecen esponjas!, absorben todo lo que sucede a su alrededor. Desde los tres años ya puedes enseñarle aspectos básicos del dinero (cuánto vale cada moneda que le das, para qué le alcanza) y d el ahorro (puede comenzar a ahorrar en una alcancía), enfocados a su edad.

En edades más avanzadas, crea y fomenta dudas en él sobre los propios temas que quieres que aprenda (pregúntale por ejemplo qué le gustaría hacer a la edad de sus abuelos).

Ser su salvación

No siempre vas a poder estar ahí para salvarlo o protegerlo, y un excelente método de aprendizaje es dejarlo tomar sus propias decisiones y que asuma las consecuencias de sus actos. Esto, aunque no lo creas, le dejará buenas enseñanzas que podrá aplicar en un futuro.

Un ejemplo, si le das a tu hijo su domingo y él decide gastárselo ese mismo día, esa será una decisión que él tendrá que asumir; no le des más dinero ¡que no te convenza!

Comprarle todo

Si eres de esos padres que siempre buscan cumplir los caprichos de sus hijos, ¡ojo! crecerán creyendo que la vida es fácil (no requiere esfuerzos) y que lo merecen todo. Como padre quieres darle todo a tu hijo, sin embargo, por razones económicas no siempre se puede.

Los expertos recomiendan que cuando tu hijo aprenda a decir la palabra “quiero” y asocie el concepto a la manera de satisfacer un deseo, es el momento adecuado para explicarle la diferencia entre querer y necesitar.

El dinero cuesta, hay que inculcarle el valor del mismo, que conozca cómo se obtiene y lo que significa. Hazle saber que el dinero no lo es todo, es un medio para satisfacer sus necesidades, no un fin.

¡Mucho ojo! cuando tu hijo te pida algo, no le digas “no hay dinero”, mejor enséñale a ahorrar para alcanzar sus metas.

nino2No ser propositivo

Por problemas económicos hay veces que te ves en la situación de sacar a tu hijo de una actividad, clase o hobbie, en estos casos, es una mala elección cruzarse de brazos y simplemente dejar que las cosas fluyan sin decir nada.

Si alguna vez te llega a pasar, te recomendamos primero ser franco con tu hijo, decirle el motivo por el cual tiene que abandonar la actividad que tanto le gusta. Acuérdate, siempre con tacto y explicaciones de acuerdo a su edad. Enseguida ofrécele alternativas de diversión que no sean costosas o inclusive gratuitas; simplemente es cuestión de investigar.

Instituciones como la Secretaría de Cultura, el Instituto de la Juventud o tu gobierno local ofrecen actividades culturales y deportivas en diversos espacios y ubicaciones.

También puede ser una oportunidad para emprender un proyecto juntos, que les permita juntar la cantidad que necesitan, de manera mensual, para no dejar su actividad, por ejemplo: vender algo en la escuela o afuera de tu casa. ¡Apóyalo en lo que necesite para lograrlo!

Hablar mal de los que tienen más

Tu hijo debe comprender que el dinero no determina la calidad de personas. Quienes tienen una vida holgada quizá sea porque se esforzaron para lograrlo. Evita siempre dar un comentario negativo al respecto: ¡tiene porque lo robó! ¡no merece tenerlo todo!

Este tipo de comentarios, fundamentados o no, indirectamente le crean a tu pequeño un prejuicio negativo y de rencor hacia la gente con dinero, y esto, puede desencadenar en un tema muy común en las escuelas: el bullying, específicamente el moneybullying. El autor norteamericano Neale Godfrey, lo define como el acoso escolar originado por el dinero, y no se trata de marginar al niño de clase baja, sino todo lo contrario, se trata de molestar al que parece tener más juguetes, mejores útiles escolares y hasta mejor almuerzo que los demás. El propio autor recomienda como solución hacerles entender que no hay que alardear de tener dinero ni recriminar injustificadamente a la gente que lo tiene.

No involucrar a tu hijo

Los niños son muy perceptivos, ellos se dan cuenta cuando las cosas no andan bien, si tienes problemas financieros o deudas, lo primero que tienes que hacer es tranquilizarte, para no transmitir ese malestar y preocupación a tu hijo.

La intención no es “tapar el sol con un dedo”. Habla con tu hijo haciendo hincapié en que las cosas van a mejorar, y que él puede ayudarte a ahorrar, ¡involúcralo! por ejemplo, cuidando sus útiles escolares y llevando lunch preparado en casa, en vez de gastar dinero en la escuela ¡es más económico!

No darle a tiempo su domingo

Procura no ser inconstante con el pago de su dinero, de preferencia dáselo como su nombre lo dice: en domingo, o lunes para que aprenda a administrar su dinero en la semana.

Es una gran oportunidad para fomentar en tu hijo los conceptos de ahorro y presupuesto: aconséjale no gastar todo, sino guardar una parte para alcanzar metas futuras y enséñale a hacer su presupuesto para la semana, que comience registrando cuánto le das y cuáles son los gastos que comúnmente realiza.

Algunos expertos no aconsejan retenerles la paga como castigo a un mal comportamiento, es mejor buscar otras formas de sanción.

Independientemente de su domingo, hay actividades “extras” que podría hacer en casa y por las cuales darle una paga, por ejemplo: barrer el patio. Esto le da conciencia al niño de que el trabajo cuesta y que, para recibir dinero, uno tiene que invertir esfuerzo y tiempo. ¡No te confundas! Hay tareas que debe hacer sin recibir una paga como compensación, por ejemplo, asear su cuarto, hacer su cama, etcétera.

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